Vitoria. Desconcertados, enfadados y, básicamente, con el vino al cuello. Así se sienten los más de 130 viticultores que proveían habitualmente a la bodega Marqués de Arienzo, en el municipio alavés de Elciego, que ayer expresaron su malestar por la venta del negocio a la firma Muriel y Riscal, ya que los nuevos propietarios no comprarán su producción de uva.
El sindicato agroganadero alavés UAGA denunció, a través de un comunicado, la "situación de incertidumbre" a la que se enfrentan los viticultores tras la venta de la bodega, que se hizo efectiva a finales del mes pasado por 28 millones de euros.
Este recinto, perteneciente al grupo Domecq, fue adquirido por Marqués de Riscal, que se hizo con la marca Marqués de Arienzo y más de 300 hectáreas de viñedos y terrenos, mientras que Bodegas Muriel compró las instalaciones y el personal técnico. Sin embargo, los proveedores de Marqués de Arienzo lamentaron que esta venta se desarrollara sin tenerles en cuenta.
UAGA, así, expuso que esta operación ha generado "malestar" y un "ambiente de crispación" entre los proveedores habituales de Marqués de Arienzo, dado que ahora no podrán vender su producción de uva a los nuevos propietarios. A juicio del sindicato agrario, esta situación se ve agravada por la crisis que padece el sector, con el descenso de las ventas de vino y "precios que no cubren los costes de producción".
"A todo ello, además, hay que sumar la reducción de rendimientos en un 10% ya aprobada y publicada recientemente en el Boletín Oficial del Estado", añadió el sindicato de agricultores, que además especificó que esta reducción no contempla una contraprestación o garantías de que se vayan a asegurar unos precios dignos, de ahí el malestar de los viticultores.