Girona. Unas 3.000 personas dieron ayer a mediodía su último adiós a las tres vecinas de Cassà de la Selva, Neus y Núria Terradas e Irene Carbó, que la semana pasada se ahogaron en México.

El pabellón polivalente de la localidad se quedó pequeño para acoger a la gente que acudió a despedir a las jóvenes y acompañar a la familia.

Ya desde una hora antes de la ceremonia, un constante goteo de personas y coches se fue acercando hasta el pabellón, que acogió a unas 1.500 personas sentadas en su interior, otras 700 de pie, y otras 700 que siguieron el acto desde el exterior, a través de altavoces habilitados para ello. La ceremonia, que fue muy emotiva, fue oficiada por el párroco de Cassà, acompañado por otros 6 sacerdotes, y contó con una gran participación de familiares, amigos y entidades de la localidad, que leyeron poemas e interpretaron canciones expresamente escogidas para la ocasión. En último lugar, representantes de las dos familias han agradecido "la ayuda y el acompañamiento en cada momento de este largo proceso". Además los familiares también agradecieron el apoyo mostrado por los dos supervivientes del naufragio, Aina Frau y Bernat Palau, y tuvieron palabras de recuerdo para Francesc Espasa, el joven de Lleida que sigue desaparecido.

A la ceremonia han asistido el conseller de Política Territorial, Joaquim Nadal, el delegado de la Generalitat en Girona, Jordi Martinoy, el subdelegado del Gobierno en Girona, Francesc Francisco-Busquets, así como varios alcaldes de la comarca.

La población de Cassà de la Selva estará de luto oficial hasta el domingo a las 19.00 horas.