vitoria. La vía Astorga-Burdeos empieza a descubrir sus secretos en Iruña Veleia. Dos semanas después de la reapertura del yacimiento de Iruña Oka, los investigadores ya han hallado la ruta de entrada a la ciudad de esta calzada romana. Para ello, ha sido necesario realizar un movimiento de tierras de 11.000 metros cuadrados en el sector sureste del complejo, enclavado frente al aparcamiento y el centro de visitantes.

La diputada foral de Cultura, Lorena López de Lacalle, confirmó ayer el hallazgo durante un repaso a la actualidad de esta investigación. Veleia reabrió sus puertas el pasado 22 julio, más de año y medio después de que una comisión de expertos activada por la Diputación concluyera que los revolucionarios grafitos de Veleia hallados por la empresa Lurmen entre 2005 y 2006 son "falsos". Este dictamen, por un lado, conllevó la expulsión de la empresa -con el arqueólogo Eliseo Gil a la cabeza- del yacimiento y el cierre del mismo y, por otro, el inicio de un proceso judicial entre ambas partes que aún hoy sigue activo.

En cualquier caso, la reapertura del yacimiento, situado en Iruña Oka, supone el inicio de "una nueva era", como lo anunciaron desde el Gobierno alavés, en la que el recinto cuenta con su propio Plan Director. Como fruto de estos trabajos, ya se anunció que se multiplicaría por cien la zona visitable de la ciudad al actuar en una extensión de 17.000 metros cuadrados, y que la antigua iter 34, la Astorga-Burdeos, tendría un papel vital.

El proyecto gira en torno a la importancia de esta antigua vía, protegida por los soldados por su papel referente en la recaudación de impuestos y el paso del correo. Y el resultado de los trabajos no se ha hecho esperar. Apenas unas jornadas después de iniciarse la excavación en zonas no exploradas ya se informó del hallazgo de un patio porticado, una casa y un muro de época romana, y el siguiente paso ha sido detectar el acceso a la antigua ciudad de la Astorga Burdeos, que se ha localizado en el sector sureste, partiendo de la antigua puerta de Veleia y cruzando esta área en diagonal.

López de Lacalle también detalló que ya empiezan a vislumbrarse la gran cantidad de estructuras que conformaban la vía, como una acera porticada, y que los expertos se han quedado asombrados por el "buen estado de conservación" de estos elementos. Ahora, la excavación parará en este punto para dar paso a las labores de documentación y topografía, que estructurarán en retículas la zona para, más adelante, seguir descubriendo las huellas del pasado. Y los caminos por los que circulaban.