berlín. Los habitantes de Duisburgo y la plana mayor de la política alemana recordaron ayer en un funeral a las 21 víctimas de la Love parade, una semana después de la tragedia precipitada por un caos organizativo que ha sumido a Alemania en el dolor y la indignación. Fue una ceremonia sobria y emotiva en el templo, junto a cuyo altar quedaron 21 velas, que depositaron y encendieron miembros del cuerpo sanitario, bomberos, policías y asistentes parroquiales que el día de la tragedia atendieron a las víctimas. Foto: efe