BILBAO. Cientos de personas se manifestaron hoy por las calles de Donostia bajo el lema 'Euskal Herriak behar duen hezkuntzaren alde' (En favor del sistema educativo que necesita Euskal Herria).

La marcha partió a las seis de la tarde desde el Boulevard donostiarra convocada por "un plural y amplio abanico de destacadas personalidades" del ámbito universitario y de la cultura en euskera que se adhirieron al manifiesto con el mismo lema que la convocatoria.

En la marcha tomaron parte el parlamentario vasco de EA, Jesús Mari Larrazabal, los miembros de la izquierda abertzale Tasio Erkizia, Joseba Alvarez y Joseba Permach, o la concejal de Aralar en la capital guipuzcoana, Ainhoa Beola.

La convocatoria estaba apoyada por la izquierda abertzale, Aralar, EA, ELA, LAB, STEE-EILAS, Euskal Konfederazioa, Sortzen-Ikasbatuaz, Euskal Herriak Bere Eskola o Ikasle Abertzaleak.

Entre los cientos de personas que habían mostrado apoyo "explícito" a la misma se encontraban Lontxo Oihartzabal (ex-Presidente del Consejo Escolar de Euskadi), Sagrario Aleman (euskaltzain) Felix Etxeberria (Catedrático de la UPV-EHU), Paula Casares (profesora de la UPNA de Navarra), Eñaut Etxamendi (profesor y cantante de Iparralde), Joxerra Garzia (escritor y pofesor de la UPV-EHU), Paul Bilbao (Secretario General de Kontseilua) o Mariam Bilbatua (profesora de Mondragon Unibertsitatea).

De igual modo, la apoyaban Iban Zaldua (escritor y profesor de la UPV-EHU), Bixente Serrano Izko (escritor y profesor navarro), Amets Arzallus (profesor y bertsolari de Iparralde), José Luis Alvarez Enparanza "Txillardegi" (escritor y ex-profesor universitario) y Sébastien Castet (Euskal Konfederazioa, Iparralde).

Los firmantes denuncian que en el sistema educativo vasco se están "tratando de imponer unos criterios ideológicos determinados" que perjudican al euskera y a la "percepción de Euskal Herria que tiene la mayoría de los ciudadanos".

Aseguran que se está intentando "alterar el desarrollo del euskera" y "reducir el alcance del concepto Euskal Herria", así como utilizar "la cuestión de las víctimas de manera sesgada y partidista".

Entienden que es necesaria "una vía" que reúna a toda la comunidad educativa en lo que respecta a las víctimas, lo que "sólo podrá hacerse partiendo del respeto a todos los derechos humanos, siendo sensibles a todos los sufrimientos y teniendo por objetivo último la reconciliación para la convivencia".