Vitoria. El día a día en el instituto de Murgia es una auténtico calvario. Las paredes de las clases están desconchadas, se producen inundaciones continuamente, las escaleras se han convertido en peligrosas por su mal estado y carecen de las infraestructuras necesarias para dar clases en condiciones. Por no tener, no tienen gimnasio ni campo de fútbol donde poder practicar ejercicio.

El Departamento vasco de Educación ha paralizado todas las obras de mejora previstas en el centro con la excusa de que el edificio que alberga las aulas de ESO es propiedad de terceros. En su lugar, plantea edificar un nuevo centro de Secundaria en el pueblo, aunque de momento no hay noticias sobre este proyecto, ni sobre el tiempo que tardará en materializarse. Entre tanto, profesores y alumnos tienen que conformarse con usar unas instalaciones deterioradas.

La historia del instituto de Murgia se remonta a hace cuatro años. Fue entonces cuando el Departamento vasco de Educación decidió que era momento de abrir un centro de estas características en la Cuadrilla de Zuia para dar continuidad a los estudios de los alumnos del colegio Virgen de Oro, también en Murgia, los del colegio Izarra y los de la escuela Gorbeia, en Zigoitia. Con este cometido, decidió alquilar una parte del colegio de los Padres Paules, para que las clases pudieran comenzar ya en 2006. "Ese mismo año empiezan tanto las clases como una serie de obras necesarias para el desarrollo de la Educación Secundaria. También se nos promete que va a ser un centro con todo el personal y todos los elementos materiales necesarios, y para ello se elabora un proyecto de remodelación del edificio así como un proyecto de gimnasio contiguo al edificio", añaden. Desde entonces, no se ha hecho nada.

Actualmente, las obras de remodelación están paralizadas, y Educación deriva al alumnado de Zigoitia a la ikastola Ikasbidea (Durana), argumentando que en Murgia no hay sitio suficiente. Así, el claustro de profesores y la asociación de padres de los centros implicados han pedido a Educación que concrete cuál es la previsión para el futuro del nuevo instituto. Además, reivindican el derecho de los alumnos de Zigoitia a matricularse en el instituto de Murgia, con el fin de evitar los desplazamientos a Durana.

Por otra parte, Dulantzi sigue en pie de guerra en vista de que Educación ha paralizado el proyecto para construir un instituto en el pueblo. Para protestar contra ello han programado una serie de movilizaciones. Los padres dicen que "en estos momentos sólo existe un colegio público de Primaria con cerca de 300 alumnos. Vemos cómo la población en edad escolar ha ido en aumento y nuestros chavales tienen que desplazarse a seguir los estudios obligatorios de Secundaria hasta Vitoria o Agurain con 12 años cumplidos". "A nadie se le escapa que son alumnos muy jóvenes cuando tienen que soportar este cambio radical en sus vidas, forzados a abandonar su ambiente familiar y social más cercano y cambiándolo por un ambiente diferente y distante", agregan.