Vitoria. Vitoria debe adoptar la estrategia del enoturismo para que cuando llegue el Tren de Alta Velocidad (TAV) la ciudad no se convierta sólo en una ciudad de paso. La idea es diferenciar este destino del resto de capitales a las que llegará la alta velocidad, que será la mayoría de las urbes del Estado, ya que nadie quiere perderse al oportunidad de subirse a este tren que enlaza con 20 millones de personas.
Aportar este elemento único sólo pasa con la especialización, la fórmula que diversos expertos reunidos ayer en la jornada Ciudades AVE recomendaron en la Cámara de Comercio con motivo de la III Semana del Turismo Vasco. Entre ellos, Gabriel Ureta, coordinador de turismo de Valladolid, una ciudad que a través de su apuesta por el vino vio como se incrementaban su número de visitantes. "Vitoria debería apostar por potenciarlo también teniendo en cuenta el reclamo que tienen los caldos de Rioja Alavesa, aunque para ello es importante que los restaurantes adapten su capacidad actual", explicó Ureta.
Rebajar el precio del viaje es otro de los atractivos que pueden hacer más atractiva la llegada a la capital alavesa. Una tarifa plana es la que pone en el mapa a "destinos pequeños" mediante un bono es la idea que sugirió Iñaki Gaztelumendi, la persona que desarrolla el Plan de Dinamización Turística de la Red de Ciudades AVE. "El Japan Rail Pass ofrece viajar por todo el país durante 14 días con la tarifa estándar para que no atemorice disfrutar del país", ilustró Gastelumendi quien también hizo hincapié en las frecuencias y tiempos de los viajes para asegurar el éxito de este veloz transporte.