vitoria. San Basilio es el encargado de arrojar luz en la justicia y con motivo de su onomástica, que tiene lugar mañana, el nuevo decano de los abogados alaveses, Javier García Pascual, le pedirá ayuda para que los letrados del territorio superen la brecha que les divide desde hace una década y para que las dos facciones existentes dentro del Colegio profesional limen definitivamente asperezas. El escenario elegido para esta cumbre de paz será el restaurante Andere de la calle Gorbea, donde el colectivo celebra, como cada año, una comida de fraternidad en homenaje a su santo. "La nueva junta tiende la mano a todos los compañeros, sin excepción. En la vuestra está el estrecharla", señala en su primera circular como decano García Pascual, misiva a la que ha tenido acceso este diario.

El enfrentamiento interno de los abogados alaveses data de 2001, año en el que la junta directiva del Colegio de Abogados de Álava dimitió después de que la asamblea rechazara sus presupuestos. El equipo del entonces decano, José Vidal-Sucunza, prorrogó las cuentas y asumió que la situación era insostenible después de que se cuestionaran sus gastos y hasta su sistema de financiación cuando subieron las cuotas. Javier Martínez de San Vicente tomó el mando del colegio y aunque tenía la intención de revisar las cuentas de la junta anterior, el Consejo Vasco de la Abogacía paralizó las investigaciones para tratar de poner paz, extremo que no logró. También el cambio de sede contribuyó a agrandar las diferencias, ya que la nueva junta quiso aclarar por qué sus antecesores vendieron por 100 millones de pesetas su antigua sede de la calle Postas para adquirir el palacete Villa María. Según ellos, las facturas derivadas de la operación de compra y posterior reforma sumieron al colegio en unos gastos que repercutieron en una desmesurada subida de las cuotas. La reconciliación entre los partidarios de las dos juntas no ha sido posible en diez años.

Pero todo puede cambiar tras un almuerzo. "Como ya os lo he hecho saber, es mi intención contribuir a la superación definitiva de la división de nuestro colectivo y, personalmente, creo que la celebración de nuestra festividad colegial es el mejor momento para olvidar viejas rencillas", ha explicado el nuevo decano en su primera misiva.

"Espero contar con todos vosotros para hacer de éste un día inolvidable, en lo positivo, que sea recordado como aquél en el que tuvo lugar una de las celebraciones más concurridas de la historia reciente de nuestro Colegio y en el que se materializó la imagen del reencuentro", anhela García Pascual. En menos de 24 horas se sabrá si su deseo se hace realidad.

Aprovechando la ocasión, el decano también recuerda que "una de las mejores maneras de confraternizar es la de participar en alguna de las actividades deportivas que se organizan cada año". Torneos de fútbol, basket, dardos, billar, futbolín, bolos, ajedrez, frontenis y mus. Todo sea por la reunificación.