vitoria. La Guardia Civil ha desarticulado una organización dedicada a falsificar moneda y a la producción y venta en el País Vasco, entre otras comunidades, de cocaína traída de Colombia, en una operación policial en la que se han intervenido 16,5 kilos de droga y han sido detenidas 38 personas de siete nacionalidades.

Esta banda, que tenía como cabecilla a un ciudadano de Colombia que vivía en Madrid, compraba la droga a un cártel de aquel país y la introducía en España por avión, a través del Aeropuerto de Barajas, oculta en botes de champú y en maletas, o por mar, disuelta en cacao en polvo. Después la preparaba en tres laboratorios de Cantabria, Madrid y Valencia para su venta en esas tres comunidades y en locales de alterne de Bizkaia, Vitoria, Asturias y Valladolid.

La Guardia Civil encontró en el laboratorio de Madrid seis sacos de cacao en polvo, que contenían diez kilos de cocaína pura. La red, que disponía de infraestructura en Argentina, enviaba a Colombia el dinero que obtenía de la venta de droga mediante giros remitidos desde locutorios por ciudadanos sudamericanos, a los que pagaba, por lo que sus integrantes están también acusados de blanqueo de capitales. La Guardia Civil ha intervenido justificantes del envío de 70.000 euros.

Dinero falsificado Los agentes localizaron en la localidad cántabra de Colindres un laboratorio en el que la banda disponía de material para falsificar 7.000 euros en billetes de 20.

Los detenidas son dieciséis colombianos, once españoles, tres ecuatorianos, dos bolivianos, dos ciudadanos de la República Dominicana, un austríaco y un venezolano, además de dos menores. Permanecen en prisión provisional diez de ellos.

Todos forman parte de los denominados segundo y tercer nivel en el tráfico drogas, que, según la Guardia Civil, abarcan al cabecilla, los encargados de la distribución, los pequeños camellos y los consumidores, pero no se ha conseguido identificar al capo del cartel colombiano del que procedía la droga.

Las investigaciones comenzaron en verano de 2009, cuando la Guardia Civil comprobó que se vendía droga en un pub de Astillero regentado por un ciudadano colombiano, aunque no fue hasta el 29 de enero de este año cuando se produjo la primera detención.