Cada año se producen en Álava 300 intentos de suicidio relacionados, en muchos casos, con el consumo de tóxicos. Más de la mitad de los pacientes que trataron de quitarse la vida no había tenido contacto previo con los servicios de salud mental. Éstas son algunas conclusiones de un estudio de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría que dio a conocer ayer el especialista Iñaki Zorrilla, tras estudiar un millar de casos atendidos en el Hospital Santiago de Vitoria.