Londres. La Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos (IFALPA) manifestó ayer que la decisión de reanudar las operaciones de vuelo en Europa debe anteponer la seguridad a las consideraciones de tipo económico. En un comunicado, la IFALPA afirmó que la ceniza volcánica representa "una amenaza muy real a la seguridad aérea" y que, por lo tanto, las autoridades deben adoptar una política de "tolerancia cero" hacia la posibilidad de permitir los vuelos en zonas del espacio aéreo que no están plenamente limpias.
No obstante, los pilotos indicaron que "con la planificación adecuada y la aplicación de procedimientos flexibles es posible operar vuelos seguros en zonas cercanas a columnas de ceniza". La IFALPA citó el ejemplo de las medidas adoptadas en Nueva Zelanda en 1996 tras la erupción del volcán monte Ruapehu.
La Federación indicó también que no hay suficiente información todavía sobre el efecto en los motores de los aviones de pequeñas cantidades de ceniza volcánica, y que sería muy importante recabar estos datos con la ayuda de los fabricantes y de los expertos en la materia.
Para los pilotos, en las actuales circunstancias se podrían autorizar individualmente los vuelos, teniendo en cuenta las condiciones atmosféricas, las últimas imágenes obtenidas por los satélites y los pronósticos meteorológicos a corto plazo. Utilizando estos datos, se podrían establecer rutas flexibles, a cientos de kilómetros de las zonas contaminadas, revisando constantemente la situación, y al término de los viajes se debería revisar a fondo el eventual impacto sufrido por las aeronaves. "La parte más importante y final de este plan es que la decisión definitiva de salir o no deberá estar en manos, como siempre, del piloto de la aeronave", subrayó la IFALPA.