BILBAO. Los parques infantiles vascos son seguros y limpios, pero suspenden en información, según un estudio de Eroski Consumer que analiza 739 aparatos de juego, como columpios, toboganes, muelles, balancines y estructuras multijuego, de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades del Estado, entre ellas 20 en Euskadi.

En Euskadi, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles en Donostia, otras seis en Gasteiz y ocho en Bilbao, con un total de 117 elementos de juego analizados.

Eroski Consumer indicó que, según datos facilitados por los ayuntamientos, la capital vizcaina cuenta con 128 zonas de juegos infantiles (la previsión municipal cifra en 16 los nuevos recintos que se inaugurarán este año) y la guipuzcoana y la alavesa tienen ambas 131 (en la primera, se promoverán tres este año).

La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, se mantiene idéntica a la nota media global en Bilbao y en Donostia, un "pobre aceptable". Sin embargo, Gasteiz sobresale al lograr un "bien" (mejor que el 'aceptable' de 2005).

El análisis de Eroski Consumer concluye que 14 de los 117 aparatos necesitan una reforma (en 2005, eran una de cada tres) y, entre los defectos más característicos destaca que en Bilbao un 11 por ciento tienen partes oxidadas y en Gasteiz a un 12 por ciento les falta una mano de pintura, al igual que al 7 por ciento de los de Donostia.

En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad. La capital bilbaina y vitoriana lograron un "bien" en ambos apartados, y un "muy bien" la donostiarra.

Por el contrario, la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas no aprueban el examen de la revista ("regular") en Bilbao y Donostia, mientras que Gasteiz obtiene un "aceptable". Esta tendencia era similar en el estudio realizado hace cinco años.

Las zonas de juego visitadas en las capitales vascas con mejores valoraciones fueron las situadas en la Plaza de San Pedro, Guggenheim-Abandoibarra, Ribera de Deusto-Puente Euskalduna y la de las Campas Escuelas Uribarri en Bilbao; Alberdi Eder, parque Alava y Olaeta en Donostia; y parque Santa Bárbara, calle Vicente Goikoetxea, Uralmendi, Arana-Pedro Orbea y parque del Prado en Gasteiz. Todos ellos se calificaron con un "bien".

Sin embargo, no pasaron del "aceptable" los recintos bilbaínos localizados en la calle Islas Canarias, Campo Volantín y Calzadas de Mallota en el barrio de Begoña; los donostiarras de la plaza Etxebarri y plaza del Sauce; y el vitoriano de la calle Chile (aunque fue reformado recientemente después de realizar este estudio).

En la capital alavesa no suspendió ningún área de recreo. Sí lo hizo con un "regular" el parque infantil visitado en la calle Arbidea en Txurdinaga y el ubicado en la plaza Zuberoa de San Sebastián.

INFORMACIÓN

En materia de información, se registraron grandes diferencias entre capitales. En Gasteiz, todos los parques analizados contaban con carteles prohibiendo la entrada de animales domésticos en el recinto. No se hallaron en tres de cada cuatro en Bilbao y en uno de cada tres en Donostia.

Una situación parecida se daba en relación a los indicativos con el teléfono al que deben llamar los padres en caso de una situación de emergencia. Además, en ninguno de estos parques infantiles se avisa de los centros médicos más cercanos para llevar al menor en caso de accidente.

Por lo que respecta a las medidas para garantizar la accesibilidad, la mayoría de los parques infantiles tienen accesos libres de obstáculos y, en el caso de encontrar escaleras, hay rampas que las salvan. Sin embargo, apenas se observaron juegos a ras de suelo para niños con problemas de discapacidad en Bilbao.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como "bueno". Entre los aspectos positivos, se destaca que sólo dos de los parques no estaban delimitados, "a pesar de existir tráfico cerca" (uno en Gasteiz y otro en Bilbao), y que en todos los recintos, el pavimento era de caucho o sintético y la distancia entre los elementos de juegos era la adecuada.

En cuanto a mantenimiento, los técnicos comprobaron cómo catorce de los 117 analizados necesitaban una reforma, ya que cuatro estaban oxidados (todos en Bilbao), en otros nueve faltaba una mano de pintura, en dos había zonas astilladas que podían ser peligrosas para los niños y también en uno ubicado en Gasteiz había partes rotas o sueltas.

Según los datos facilitados por los ayuntamientos vascos, los servicios municipales inspeccionan a diario en Bilbao, cada 15 días en Donostia y semanalmente en Gasteiz estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 475.000 a 160.000 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

En las estructuras multijuego se encontraron algunas deficiencias. Así, en cuatro aparatos se echó en falta una barandilla en las escaleras o en las zonas de paso de la estructura, la altura de la plataforma superior de uno de cada cinco de ellos se encontraban a más de un metro con respecto al suelo y uno de cada tres estaban en un estado de conservación regular.