Vitoria. Tranquilo o, como señalaron ayer los agentes de la comisaría de la Ertzaintza en Vitoria, "totalmente en su mundo". Tasio U., detenido tras autoinculparse del asesinato a cuchilladas de su propia abuela en Agurain, sólo rompía el silencio del calabozo para emitir carcajadas inconexas e incomprensibles. Sentado en el interior de la celda, el joven sonreía de la misma manera en que sólo veinticuatro horas antes lo había hecho ante los miembros de la investigación cuando se le mostró el cuchillo con el que presuntamente había cometido el crimen. Entre agudas risotadas que denotaban su frágil estado mental, el arrestado identificó el arma con la que acababa de asestar más de una veintena de puñaladas.

A la espera de que Tasio U., de 19 años, comparezca ante el juez, se acumulan las pruebas en su contra. Según ha podido saber este diario, el cuchillo con el que se llevó a cabo el asesinato fue descubierto en casa de la madre del detenido. Junto al arma homicida, los agentes descubrieron una camiseta y unos calcetines que el arrestado había tratado de lavar para eliminar los restos de sangre. Las prendas aún estaban húmedas.

consumo de drogas Al parecer, el consumo compulsivo durante años de diferentes tipos de drogas provocó que el joven que presuntamente mató a su abuela el lunes en Agurain sufriera un agudo trastorno psiquiátrico, hecho que no le llevó a dejar de consumir. Un cóctel explosivo que pudo conducirle a acuchillar a la mujer.

Al tiempo que se sometía a tratamiento psiquiátrico, Tasio U. consumía últimamente cocaína de forma habitual. La mezcla le provocaba trastornos de personalidad y episodios de comportamiento conflictivo. De hecho, tal y como explicaban los vecinos del arrestado, hace algunos años el joven se metió en problemas cuando protagonizó en compañía de otros chicos dos robos con violencia. Hurto de bolsos por el procedimiento del tirón, lo que le acarreó antecedentes penales. También llevó a cabo un episodio de violencia doméstica contra miembros de su familia, por lo que el juez dictó contra él una orden de alejamiento de dichos familiares. Resolución que ya había prescrito al producirse el asesinato.

El crimen estremeció el martes a los vecinos de Agurain. Una vecina de Bonifacia Ruiz de Arbulo, la fallecida, la encontró tendida en el suelo de su casa, cerca de la entrada, en medio de un gran charco de sangre. Tasio, quien mantenía una difícil relación con el resto de su familia, parecía llevarse bien con su abuela paterna. De ahí que muchos de los residentes en la localidad alavesa no alcanzaran a entender los motivos que le habían llevado a acabar con su vida. Sin embargo, él mismo se autoinculpó del homicidio cuando los primeros agentes le interrogaron.

Precisamente a causa de presentar antecedentes por robo, muchos pensaron que el móvil del crimen podía haber sido económico. Sin embargo, las investigaciones policiales se alejan de esta vía y parecen centrarse en los trastornos psicológicos que padecía el muchacho. Cobra fuerza la tesis de que el joven, en pleno arrebato, asesinó a la mujer.

El detenido permanece en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial y la Ertzaintza cree que el cuchillo de cocina encontrado en casa de su madre es el arma homicida. También ha iniciado el análisis de la ropa que Tasio U. intentó lavar.