El carguero chino Shen Neng 1, encallado desde el pasado sábado en un banco de arena a 70 kilómetros de la costa australiana dentro de la zona protegida de la Gran Barrera de Coral, ha vertido al mar más de dos toneladas de combustible y dejado una marea negra de tres kilómetros de largo y cien metros de ancho. Aunque el tiempo está favoreciendo las labores de limpieza, las autoridades temen que un ciclón o un temporal pueda provocar una enorme catástrofe medioambiental.