vitoria. La gravedad de lo que sucede en Álava con los servicios sociales da como para escribir un libro, pero los responsables del sindicato ELA han resumido los problemas más sangrantes y han decidido editar un boletín que en los próximos días llegará a 100.000 hogares del territorio. Mientras los políticos hablan del aumento de las partidas sociales, los portavoces del sindicato vasco aseguran que se avecinan recortes dramáticos. Enojados con las "mentiras" que emanan de la Administración, aseguran que "están encubriendo el desmantelamiento gradual de los servicios sociales aprovechando la cobertura que les ofrece el miedo que la crisis provoca en los ciudadanos".
Begoña Vázquez explicó que para el año que viene la Diputación ha recomendado a las agrupaciones que prestan este tipo de servicios que, de cara al año que viene, no aumenten de personal y reduzcan en un 7% el capítulo de gasto corriente. "No es que no vayan a tener para llevar a los niños al cine, es que no van a poder darles de comer", avisó. En cuanto a las explicaciones de las instituciones, indicó que sus buenas intenciones no cuadran con las cifras.
Según Ramón Uriarte, el problema radica en la falta de financiación, que a su vez se explica por la postura de la Diputación y el Gobierno Vasco dentro del capítulo de la fiscalidad. En este sentido, explicó que el recorte en los impuestos de patrimonio, sociedades e IRPF supondrán una merma en la recaudación foral de 150 millones "que se ahorran las rentas más altas". "Entre Xabier Agirre y Patxi lópez han decidido que nos roban 150 millones. Si en Álava tuviésemos la misma presión fiscal media que en Europa, se ingresarían 720 millones más al año, un dinero que ahora se va por el retrete del fraude fiscal", manifestó.
Por otra parte, cuando se cumplen dos años de la huelga de Ariznabarra, Luis Fernández aseguró que "nos encontramos en el momento en el que la solución es más sencilla que nunca". Explicó que, la Diputación "dispone de herramientas para forzar la salida de Mapfre de la residencia", lo que permitiría la entrada de una empresa interesada con la que ELA ya ha firmado un preacuerdo.