vitoria. Apenas un mes después de que las fuertes nevadas dejaran Vitoria casi colapsada y la provincia sufriera también, aunque en menor medida, las consecuencias del manto blanco, las previsiones anunciaban temporal y, una vez más, no se equivocaron. La nieve empezaba a caer con insistencia durante la madrugada de ayer y no dio tregua a ningún punto del territorio durante varias horas. Así las cosas, los más madrugadores sufrieron las peores consecuencias, a pesar de que las quitanieve forales llevaban ya horas trabajando.
Y es que, la N-I en su zona norte, a la altura de Elburgo, se convirtió en el punto negro de primera hora de la jornada. Allí se sucedieron varios accidentes sin graves consecuencias que provocaron las iniciales retenciones. Tras los primeros incidentes, la circulación se ralentizó para prever posibles nuevos problemas, que llegaron a pesar del buen hacer de los alaveses.
La situación se complicaba en todo el territorio y, poco después, el sentido contrario, hacia Irun, dio el relevo con varias salidas de calzada que provocaron también retenciones de hasta 12 kilómetros. Una circunstancia que se convirtió en tráfico lento a la altura de Arrazua sobre las 11.00 horas, cuando un camión ocupaba el carril izquierdo después de haber protagonizado otra salida. El vehículo vertió parte del combustible que transportaba por lo que varios equipos de limpieza trabajaron en la zona para retirar el líquido derramado en la vía. Casi dos horas más tarde, en la misma N-I, a la altura de Vitoria, dos camiones y un turismo chocaban también, en lo que pudieron considerarse los accidentes más aparatosos de la jornada.
Porque, a pesar de la recomendación de no usar los vehículos particulares, todos aquellos que se vieron obligados a conducir se encontraron con complicaciones en toda la red viaria del territorio por la acumulación de nieve en ciertas zonas, los múltiples accidentes de chapa y los vehículos cruzados.
red secundaria Por lo demás, prácticamente durante toda la jornada, las principales carreteras de la red viaria alavesa permanecieron abiertas con precaución a excepción de la red cercana a Armiñón, por la que se circulaba con relativa tranquilidad durante la mañana. Más dificultades se encontraron en la red secundaria, donde Kontrasta-Santa Cruz y el puerto de Opakua, además de los de Herrera y Orduña, permanecieron cerrados gran parte de la jornada y, en la gran mayoría de los demás se requería el uso de cadenas.
El cielo ofreció cierta tregua a primera hora de la tarde, pero se reanudó la nevada con fuerza después. El Departamento de Interior del Gobierno Vasco mantiene activada la alerta naranja para el día de hoy ante la previsión de que se produjeran heladas durante esta noche.