Vitoria. La clientela habitual de los locales de hostelería constituye la otra parte directamente afectada en esta historia, un ámbito en el que las opiniones a favor y en contra de la nueva legislación también aparecen por igual. Marisa, Adita y Lucía, tres amigas que charlan animadamente en una mesa del pub O'Connors, se muestran de forma unánime partidarias de endurecer la Ley antitabaco de 2006. Y todo ello a pesar de que las dos primeras son fumadoras, aunque "con intención de dejarlo" y "ocasional", respectivamente. "En los sitios limpios de tabaco se nota que puedes respirar y se agradece mucho; el humo es una tortura, tanto para los camareros como en general. Y mientras comes, ya no digo nada...", comentan. Cerca, en el céntrico bar Mallory, Carmen Fernández apura un cigarrillo mientras lee el periódico. Se trata, otra vez, de una fumadora partidaria de eliminar el consumo de tabaco de los lugares públicos. En este caso, por solidaridad. "Estoy de acuerdo, porque veo que para la gente que no fuma el humo es un horror, y en los restaurantes más; los puros, sobre todo, son muy desagradables", afirma. Claro que las voces contrarias a la ley también son fáciles de encontrar. Marga Oteiza y su amiga Pilar, en el Virgen Blanca y ambas fumadoras "sociales" la segunda ocasional, consideran la norma "discriminatoria" y abogan por que "en algunos espacios habilitados sí se pueda fumar, como sucede ahora". Una fórmula por la que otro fumador, Luis Alberto Angulo, también apuesta. "Deben permitir que los locales puedan separarse en dos espacios, uno para fumadores y otro para los que no", sugiere, precisamente desde un local que cuenta con dos áreas diferenciadas, la terraza Cuatro Azules. Pese a todo, casi todos coinciden en que "la gente terminará amoldándose, como cuando se prohibió fumar en los autobuses". A esta reflexión de Marga y Pilar se une la de María Catalán, fumadora, desde el café Lovaina: "Se puede prescindir del cigarrillo, no hace falta unir siempre tomar algo con el tabaco; la norma no me parece mal, porque además podrá acceder a los locales más gente que ahora, como las personas con problemas respiratorios".