PAMPLONA. La asociación de consumidores Irache aconseja comprar marcas blancas para moderar el gasto en alimentación, ya que suponen un ahorro de un 45 por ciento.

Así se recoge en un estudio realizado por esta asociación, en el que ha analizado cuatrocientos productos de limpieza y alimentación en diversas superficies comerciales de la Comarca de Pamplona.

De cada artículo, se ha observado el precio de uno de marca blanca y otro de marca comercial, siempre considerando que se trate del mismo producto y la misma cantidad e intentando elegir una marca con importante aceptación entre los consumidores.

Prácticamente en todos los casos, el producto de marca blanca es el más barato, según el estudio que recoge que los artículos de limpieza presentan una diferencia de precio aún mayor que los de alimentación, ya que prácticamente todos los productos de la sección presentan un abaratmiento superior al 100% entre la marca de distribuidor y las comerciales.

En alimentación, aunque hay algún producto que efectivamente supera este porcentaje de ahorro, lo más habitual es que el abaratamiento se sitúe por debajo.

Por su parte, los consumidores le otorgan a las marcas blancas un siete sobre diez, en una puntuación que va creciendo con los años, según una encuesta encargada por Irache.

Al respecto y aludiendo a un estudio presentado en 2009 por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Irache destaca que ha aumentado el número de hogares que compran marcas de distribuidor hasta el 89,6% y sólo el 10,4% no las compra nunca.

A eso añade que según un estudio publicado recientemente por la Univeridad Complutense de Madrid, el porcentaje de ciudadanos que consume esta marca asciende al 42%.

Irache reconoce que en el trabajo realizado ha habido dificultades para encontrar el formato de igual cantidad en un producto de marca blanca y el mismo de marca comercial.

En este sentido apunta que las diferencias mínimas de cantidad -pueden ser de diez gramos o veinte mililitros- resultan prácticamente imperceptibles para el consumidor ya que el aspecto del producto es prácticamente igual, por lo que es conveniente que el consumidor mire en el etiquetado del producto la cantidad que ofrece si quiere tener un criterio real para comparar los precios.

Estas pequeñas diferencias de cantidad pueden suponer un importante beneficio para el fabricante, puesto que el volumen de producción es muy cuantioso.

Otro dato a tener en cuenta es el creciente número de marcas comerciales que incluyen en su producto menciones a su prestigio o volumen de ventas del estilo de "la marca líder".

Los productos de marca blanca son productos que se han ido introduciendo en los centros comerciales con el logotipo o la marca del establecimiento y su principal ventaja reside en el precio, considerablemente más barato que el de los productos de marca.

En cuanto a su calidad Irache señala que en muchas ocasiones es similar puesto que son los propios fabricantes de importantes marcas los que hacen el producto de marca blanca, que en ocasiones sólo se diferencia por la etiqueta con que es comercializado.

En otras ocasiones, los productores de marcas blancas son enormes empresas cuyo gasto en publicidad es inexistente y además, suelen instalar los centros de producción y almacenaje muy cerca de las grandes cadenas, para ahorrar en transporte.

En cualquier caso, según recalca Irache, la calidad suele estar garantzada ya que las propias cadenas comerciales son las primeras interesadas en dar buena imagen de ellas, puesto que finalmente se está poniendo en juego la marca de la propia empresa comercial.