Puerto Príncipe. La frustración empieza a adueñarse de la población de Puerto Príncipe a medida que pasan los días y se mantiene la deficiente distribución de suministros y comida, algo en lo que coinciden el Gobierno de Haití y la oposición. Cientos de personas se congregaron ayer en el barrio de Petion Ville para expresar su frustración porque, superadas las tres semanas desde que ocurrió el terremoto, la entrega de ayuda es irregular, no sacia las necesidades de la población y, según la población, definitivamente no está funcionando su distribución. La manifestación, divulgada por medios locales, es sólo una expresión más de que no se está dando respuesta a los problemas de coordinación entre los organismos de ayuda humanitaria. A ello se suman las denuncias de corrupción en el tratamiento de la ayuda por las autoridades locales.

Según los manifestantes de Petion Ville, la responsable municipal del barrio exige dinero a los damnificados a cambio de cupones para conseguir un saco de arroz.

La denuncia adquiere su matiz particular en otros lugares, como en el Estadio Nacional, cerca del Palacio Presidencial, donde algunos refugiados acusan a los administradores del lugar de estar desviando la ayuda. "A nosotros no nos llega, la están vendiendo por fuera y están ganando dinero", dijo Scott Gerard, uno de los refugiados en ese campo.

Mientras tanto, los contingentes de ayuda siguen llegando escoltados por cascos azules que ofrecen protección en el momento de la entrega, aunque agencias de la propia ONU y, a menor escala, las ONG están tratando de distribuir la asistencia por otros medios indirectos.