vitoria. Con un enorme susto en el cuerpo. Así se han quedado en los últimos días varios comerciantes del barrio gasteiztarra de Coronación tras ser asaltados en sus establecimientos, a punta de cuchillo, por un mismo individuo. Por suerte, la mala praxis de este varón de 35 años, que actuó a cara descubierta en todas sus acometidas, ha permitido a la Ertzaintza identificarlo y ponerlo a disposición judicial muy poco después. Concretamente, sólo tres días tras cometer su última oleada de delitos.
Durante las jornadas del miércoles y el jueves de la pasada semana, la Policía vasca tuvo conocimiento de que se habían llevado a cabo cuatro robos en distintos comercios ubicados en este popular barrio de la capital alavesa. Los denunciantes, según informó ayer el Departamento vasco de Interior, señalaban en todos los casos que un individuo se había personado en sus respectivos locales y amenazando a los trabajadores con un cuchillo de considerables dimensiones para, posteriormente, hacerse con la recaudación de las cajas.
Los establecimientos afectados fueron dos restaurantes, una panadería y una peluquería y la descripción física del autor facilitada por las diferentes víctimas de los hechos era coincidente, según tuvo conocimiento la Ertzaintza. El cuerpo policial, en consecuencia, puso en marcha una investigación como resultado de la cual, en la tarde del domingo, se procedió a la detención del sujeto por su presunta implicación en los atracos. El arrestado fue trasladado a dependencias policiales con el fin de realizar los pertinentes trámites para después ser puesto a disposición judicial. El último suceso de estas características que debió sufrir el distrito de Coronación, donde las instituciones han decidido en los últimos tiempos redoblar la presencia policial por sus altos índices de delitos, se produjo hace poco más de tres meses.
Caso precedente Entonces, la Ertzaintza detuvo a primeras horas de la tarde del pasado 2 de septiembre a otro varón de 37 años acusado de perpetrar un robo con violencia en una botica del barrio. Al parecer, el arrestado había intimidado a los trabajadores de la farmacia esgrimiendo una navaja.