vitoria. La crisis radicaliza las tensiones. Y más aún entre los estratos de población más débiles, como los inmigrantes a los que se les achaca que sus cifras de incorporación al mundo laboral sean altas en estos tiempos económicos. Según el último barómetro del Observatorio Vasco de Inmigración, un 57% de los vascos cree que la llegada de más personas extranjeras puede empeorar su seguridad -9 puntos más que en 2008- y un 49 % considera que le puede afectar a la hora de acceder a una ayuda social, siete puntos más que el pasado año. Sin embargo, el 53,8% se muestra en desacuerdo con que se expulse a los inmigrantes que se quedan en paro, aunque el 60,5% se muestra favorable de la expulsión cuando cometan un delito.

Crecimiento del paro La situación económica actual viene acompañada de una degradación de las condiciones de vida de los inmigrantes legalmente instalados: el desempleo ha crecido cerca de un 5,2% -afectando a más de 470.000 extranjeros, sobre todo de sectores como la construcción o servicios-.

De los datos de Ikuspegi también se desprende que la crisis también ha entrado con fuerza en la economía informal, que se alimenta sobre todo de estos trabajadores. De esta forma, las remesas también han sufrido una bajada importante, con cerca de un descenso del 7%.

La asociación SOS Racismo de Vitoria considera que los trabajadores inmigrantes están en situación de "vulnerabilidad" en época de recesión al tener los "peores contratos, si es que los tienen". En Álava, hay en total 25.851 inmigrantes: Marruecos con un 14%, Colombia con un 12% y Rumanía con un 7%, encabezan el ranking de países de origen. Representantes de estos nuevos ciudadanos coinciden en señalar que la reciente aprobación de la Ley de Extranjería dificulta mucho la situación de la población foránea en tiempos de recesión, ya que el desempleo afecta a todos. Por esta razón, 23 grupos sociales salieron a las calles para protestar por la "discriminatoria" reforma, que establece derechos según la procedencia.