vitoria. Era un secreto a voces que ayer se confirmó. La Federación Alavesa de Hostelería plantó ayer al Gobierno Vasco en la reunión a la que estaba convocada con la comisión consultiva del tabaco. En ella, el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales expuso el borrador de la nueva ley antitabaco, que impedirá que se pueda fumar en establecimientos públicos cerrados. Esto es, fundamentalmente, bares, cafeterías y restaurantes.

Y lo hizo porque, según aseguró a este periódico el presidente del colectivo del territorio, Rafa Ugarte, "no pintábamos nada. Hemos estado en las dos reuniones anteriores y se requiere nuestra opinión cuando las decisiones las están tomando los médicos, porque van seis por uno de nosotros", explica.

De todas formas, no fue la única. De hecho, la Federación vasca y la vizcaína tampoco hicieron acto de presencia en señal de protesta ante una normativa que ven injusta.

Aun así, la cita siguió adelante y dejó un pequeño avance en una de las facetas que más polémica había generado y que más característica es en Euskadi. El Gobierno Vasco ha echado marcha atrás y permitirá fumar en las sociedades privadas, como las gastronómicas, siempre y cuando los socios así los acuerden. Eso sí, si cuentan con trabajadores, no podrán hacerlo mientras ellos desarrollen sus labores.

Éstas son, al menos, las primeras intenciones. Y es que todavía queda un largo recorrido hasta que la ley sea un hecho. Para ello, el borrador tendrá que pasar por un periodo de aportaciones que se alargará hasta el próximo 20 de enero. Será en ese momento en el que la Federación Alavesa de Hostelería haga sus alegaciones. "Se referirán a que las sanciones no recaigan en los hosteleros sino en el fumador y en quién va a pagar las inversiones de adaptación que se hicieron en su día", explicó Ugarte. Después, el Parlamento Vasco tendrá la última palabra.