Agurain. Era un martes normal. Incluso uno algo más alegre de lo habitual porque la nieve caída en la provincia ya hacía presagiar para ellos que las fiestas navideñas estaban a la vuelta de la esquina y el horario lectivo empezaba a ser un mero trámite. Por eso, cuando el casi medio centenar de los 300 alumnos inscritos en la Ikastola Pedro Lope de Larrea de Agurain subió al autobús, algo somnolientos y abrigados hasta las cejas, no pensaron que sería la jornada del susto de sus vidas. Minutos después de que el transporte colectivo echara a andar, la climatología que mostraba momentos antes su lado más positivo de ilusión, enseñaba su otra cara. Una placa de hielo sobre la carretera A-3016, en las cercanías del pueblo de Luzuriaga, hacía presuntamente que el vehículo en el que circulaban fuera incontrolable y volcara.

El autocar, de la empresa aguraindarra Erro, que realiza diariamente el trayecto por las diferentes localidades de Barrundia, se salió de la calzada a las 9.35 horas cuando transportaba en su interior a casi medio centenar de niños de edades comprendidas entre los 4 y los 11 años.

El vehículo siniestrado, con ocho años de antigüedad contaba, según la empresa, con todas las revisiones pertinentes pero, a tenor de lo que señalaban los primeros indicios y a falta de la correspondiente investigación, el hielo en la calzada pudo jugar una mala pasada al conductor, que fue incapaz de controlar el vehículo y se salió de la carretera comarcal por la que circulaba. El resultado fue un susto generalizado y seis heridos, entre los que se encontraban el chófer y cinco menores de distintas edades.

Los pacientes fueron derivados tanto al Hospital de Santiago como al de Txagorritxu. En este último se trató a cuatro enfermos, entre ellos los dos de mayor consideración. En primer lugar, una niña de diez años con heridas en la cara que, por la tarde, fue trasladada al servicio de Cirugía Plástica del Hospital Donostia para que las lesiones cicatricen de la manera más adecuada. Por otro lado, un niño de la misma edad que la anterior y con pronóstico reservado, fue dado de alto finalmente por la tarde tras permanecer varias horas en observación. En el caso de los otros dos ingresados, dos varones de 6 y 11 años fueron dados de alta a las pocas horas con algunas contusiones.

Por otro lado, el Hospital de Santiago atendió a otros dos afectados que no requirieron ser ingresados. El conductor, que tras el accidente se quejaba de dolor en la espalda y el brazo, fue asistido por una fractura de dicha extremidad, mientras que otro menor fue examinado sin hallarle herida alguna.

En medio del revuelo Tras el accidente, la monitora, que acompañaba en ese momento a los alumnos, fue la primera en auxiliar a los pequeños sacándolos rápidamente del autobús. Aunque varias dotaciones de Miñones, Ertzaintza y ambulancia se desplazaron hasta el lugar del accidente de inmediato y pudieron comprobar el estado de los pequeños y del conductor. Una vez realizado el primer análisis de la situación, se decidió trasladar a los seis heridos a Vitoria y, al resto, hasta el centro escolar de Agurain en otro autobús. Allí se reencontraron con profesores y algunos padres que trataron de calmarles, así como con un amplio dispositivo de ambulancias, DYA y Cruz Roja para evaluar a los pequeños, muy nerviosos por lo sucedido.

Los primeros alumnos en llegar fueron atendidos en el centro ambulatorio de la calle Galzar de Agurain. El resto bajaron del autobús y se dirigieron a dos aulas del centro educativo donde fueron examinados uno por uno por personal especializado. Así las cosas, no fue hasta las 11.45 horas cuando concluyó la exploración sanitaria de todos los pequeños implicados en el accidente y los padres comenzaron a llevárselos a casa.