vitoria. Trabajo y discapacidad. Dos vocablos que ayer concitaron la atención de propios y extraños con motivo de la celebración del Día Internacional de la Discapacidad. Aprovechando la ocasión, la diputada de Política Social y Servicios Sociales, Covadonga Solaguren, abogó por la apertura de los centros de discapacidad a los barrios para posibilitar la integración y la normalización de los usuarios de este tipo de recintos. En ese sentido, hizo hincapié en la potenciación del trabajo basado en las personas y sus competencias y en la participación de los usuarios y sus familias.

La cuestión no quedó ahí. La representante foral de Asuntos Sociales ahondó en el discurso de la necesidad de facilitar la normalización de los discapacitados. "Las instituciones, las asociaciones y los ciudadanos, en general, tienen que prestar los apoyos necesarios para que las personas con capacidad limitada puedan participar y ejercer sus derechos en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía", indicó la titular del Departamento de Política Social y Servicios Sociales, que ayer acudió a una jornada de puertas abiertas de un centro ocupacional del barrio de Adurza.

Precisamente, el objetivo que persigue este tipo de iniciativas es acercar a las familias de las personas usuarias a los centros, "de modo que lo vivan como un recurso vivo, cercano y preocupado no sólo por las necesidades de la persona usuaria sino también de las propias familias".

Casi 20.000 personas El caso es que un total de 18.346 alaveses tienen reconocida alguna discapacidad, el 62,31% de ellos de grado menor, según los datos dados a conocer ayer por la diputada de Política Social y Servicios Sociales, Covadonga Solaguren. Estos registros suponen 11.432 personas del total. Además, otras 3.391 personas tienen un certificado de discapacidad comprendida entre el 65% y el 74% y 3.523 presentan un grado superior de discapacidad al 75%.