vitoria. El centro para la atención de personas con trastorno del espectro autista (TEA) volverá a contar con una gestión indirecta el próximo año. Así lo ha decidido la Diputación foral de Álava tras evaluar el trabajo realizado por la asociación alavesa de autismo Arazoak al frente de este servicio en su primer año de andadura.

Tras múltiples retrasos y una insistente demanda, el centro abría sus puertas a finales del año pasado con la firma de un convenio que establecía que sería el colectivo Arazoak el encargado de dar los primeros pasos por conocer de primera mano las necesidades de los afectados. Un año más tarde, el Ejecutivo foral ha considerado que la asociación ha cumplido con el cometido de favorecer el aprendizaje de sus usuarios -chavales que ya han acabado la escolarización obligatoria y se enfrentan a una realidad para la que no están listos- y prepararles para una mejor integración social.

De esta forma, en breve ambas partes firmarán una prórroga en la que se incluirá que, a pesar de la continuidad de la gestión indirecta, la dirección del centro pertenece al Instituto Foral de Bienestar Social.

De esta forma, se pretende dar respuesta a la denuncia realizada desde varios sindicatos -ELA, CCOO, AIBA, SATSE, LAB, ESK y UGT- que reclaman que la plaza de responsable del centro a una funcionaria de carrera, que se adjudicó tras la puesta en marcha del mismo, se ocupe de forma efectiva.

Y es que según aseguran estos colectivos, en estos momentos "también existe otra persona como responsable del mismo centro, lo que está suponiendo el vacío del puesto de responsable perteneciente al Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS), en cuanto a funciones y tareas adjudicadas en principio a su cuadro funcional".

Fuentes forales aseguraron ayer a este periódico que, con la firma del nuevo texto del convenio entre la Diputación y Arazoak, se establecerá que la dirección pertenece al IFBS. Así las cosas, una funcionaria de carrera, seleccionada mediante el concurso de traslados del Instituto, pasará a ocupar el puesto de responsable del centro para la atención de personas con trastorno del espectro autista (TEA) a partir del próximo 1 de enero.