Hay que escuchar a los niños porque son mucho más inteligentes que los adultos. Quiero decir que si los adultos no escuchan a los niños, van a meterse en un gran lío". Esta frase tiene un autor italiano de apenas cinco años que, visto lo visto, se coronó de gloria. En el buen sentido. No en vano, sus sentencia sirvió ayer como punto de partida del Congreso Nacional de Políticas Locales de Infancia y Adolescencia que se celebra estos días en Vitoria.
El caso es que el Palacio de Congresos Europa acoge hasta mañana esta iniciativa en la que se analizan y debaten estudios y experiencias en materia de infancia y adolescencia. Para ello, cerca de 200 congresistas se dan cita en este evento, que supone una oportunidad única para abordar la realidad cotidiana de los niños.
Francesco Tonucci, pensador y psicopedagogo italiano, fue el encargado de llevar la batuta en la conferencia inaugural Con los ojos de los niños. El ponente aseguró que "estamos preparando un mundo peor para nuestros hijos y nietos". Además, el citado, también dibujante, no dudó en señalar a los responsables directos de tal tropelía: el desastre medioambiental, la transformación de las ciudades en aparcamientos para coches y la crisis económica. ¿Y quiénes son aquellos que pagan los platos rotos de la sociedad actual? Según el italiano, está claro: los niños.
Tonucci tiene claro el remedio para esta enfermedad, el proyecto La ciudad de los niños, a través del cual propone a alcaldes, políticos y administradores que pidan ayuda y consejo a los pequeños. Éste es un modelo urbano ideado por y para ellos, con lugares y juegos habilitados en la calle. Pero no, no se trata de ningún programa educativo, sino político. No obstante, se marca dos objetivos: la participación de los pequeños en el Gobierno y la autonomía de éstos en la vida de la ciudad.
Alfonso Carmona, experto en temas de infancia, y Julio Aranda, coordinador de programas infantiles de Unicef, compartieron las ideas del pensador italiano, pero también aportaron las suyas propias. El primero afirmó que "hay políticos que priorizan una ciudad agresiva basada en el ladrillo y los coches". Por su parte, el segundo manifestó que "los niños no está teniendo derecho a ser oídos y los poderes políticos son quienes tienen la solución".
Pero los tres días que dura este congreso dan para mucho más. Las mañanas son territorio casi exclusivo de las ponencias. Esta mañana Alfredo Oliva ofrece la suya sobre Las necesidades de la infancia y adolescencia y mañana viernes, bajo el lema Creatividad e Innovación, hará lo propio Ismael Pantaleón. Pero hay más, hoy por ejemplo a partir de las 11.30 horas comenzará la tertulia-debate El buen trato a la infancia y adolescencia.
Las tardes, por contra, servirán para que, de forma simultánea, se lleven a cabo sesiones y mesas de trabajo. Pero además, habrá tiempo para el descanso y por cierto, bastante original: la pausa Cola-Cao y la pausa Chupa-Chups.
Lo dicho, tres días para ir avanzando poco a poco en el aumento de la participación de los más pequeños y a su vez, garantizar algo básico: su bienestar.