vitoria. Tras la lectura del discurso de Xabier Agirre, llegó el turno de las primeras valoraciones de los distintos grupos junteros. A excepción de PNV y EA, que conforman el bipartito actual al frente de la Diputación, los portavoces del resto de siglas políticas censuraron, entre otros aspectos, la falta de concreción del diputado general en su intervención o la omisión de problemas "reales" que se han dado -o se siguen dando- en el seno de la institución, tales como la crisis que recientemente sacó a Aralar del Gobierno, la huelga que todavía azota a la residencia de Ariznabarra o la situación de los menores extranjeros. "Como viene siendo habitual en Agirre, es más relevante lo que no dice que lo que dice. Y hoy a vuelto a ignorar los problemas reales de esta Diputación", censuró, por ejemplo, el portavoz del PP, Javier de Andrés.
Txarli Prieto (PSE), por su parte, se felicitó por la eliminación de "todo lo relativo a cuestiones identitarias" en el discurso de Agirre, una actitud que encuadra en el cambio de Gobierno autonómico, pero también criticó una intervención con "demasiadas alabanzas, ideas genéricas, planes y mesas, pero muy poca concreción", así como "con lagunas bastantes gordas" como la omisión de algunos problemas como los anteriormente citados.
Roberto González Muro (PNV) consideró que la Diputación "ha hecho sus deberes", lo que permitirá a Álava "jugar con ventaja para afrontar la crisis", mientras Patxi Martínez de Albéniz (EA) celebró la reforma de las políticas sociales prometido por el diputado.
Más duro se mostró Aitor Bezares (grupo mixto, antigua ANV), quien observó un discurso "aséptico, carente de proyectos" y que buscó "evitar cualquier confrontación con el PSE, que garantiza la estabilidad de su Gobierno". Así, "por no incomodar a Txarli Prieto, se han obviado cuestiones como la alta tensión o la cárcel de Zaballa". Nerea Gálvez (EB), por su parte, tachó la intervención de "excesivamente generalista" y "sin medidas concretas".