vitoria. La violencia de género no entiende de edad, origen o clase social, y se ha convertido en una lacra que, a día de hoy, afecta a todo tipo de mujeres. Pero también es cierto, que el porcentaje de malos tratos que sufren las mujeres inmigrantes se está incrementando año tras año. Sin duda, un dato más que preocupante.
En los últimos años, el número de homicidios en los que la víctima era una mujer inmigrante ha ido en continuo ascenso. Ahí va el estremecedor dato. En 2004, este colectivo representó el 22,9% de las fallecidas, mientras que el pasado año, la tasa se situó en un alarmante 44,3%.
Pero hay más, ya que según las estadísticas, el 30% de las mujeres maltratadas en el ámbito de las parejas es extranjera. Lo dicho, sólo en las estadísticas, porque miles y miles de mujeres, sea cual sea su origen, sufren día a día un maltrato "invisible", no público y no denunciado. Y es que, el pasado año sólo el 17% de las inmigrantes asesinadas interpuso alguna denuncia contra sus parejas.
No obstante, también cabe recordar que la violencia de género no sólo entraña al ámbito de la pareja. Hay más. Los malos tratos tienen más de una cara: el acoso sexual en el trabajo, las vejaciones en espacios públicos, trata de seres humanos para la explotación sexual e, incluso, los matrimonios forzosos.
A pesar de que en estos últimos años es constante el goteo de reformas en las leyes, lo cierto es que en lo que va de año, en España 49 mujeres, inmigrantes y autóctonas, han perdido la vida a mano de sus parejas.
marginación social Precisamente, de la posición de la mujer inmigrante en la violencia de género se habló ayer en el museo Artium. Allí tuvo lugar La jornada de reflexión sobre violencia contra las mujeres e inmigración organizada por la Diputación Foral de Álava y enmarcada dentro de las acciones del I Plan de Inmigración.
En la céntrica pinacoteca vitoriana se dieron cita tres expertas en la materia: Dolores Juliano, antropóloga y analista de procesos de migración y cambio social; Marian Caro, portavoz del colectivo Otras voces feministas, y Miren Ortubay, miembro del fórum feminista María de Maeztu.
Ortubay, moderadora de las ponencias, aseguró que "todas las mujeres vamos en el mismo barco", y que esta jornada de reflexión sirve "para desterrar aquellos prejuicios que existen sobre muchas inmigrantes".
l Violencia de género hacia mujeres inmigrantes. Las mujeres extranjeras suponen el 30% de las víctimas de los malos tratos. Este porcentaje ha ido en aumento año tras año y en 2008, el 44,38% de las fallecidas a manos de sus parejas era inmigrante. Se calcula que, aproximadamente, 147.000 de estas mujeres sufren un maltrato invisible. Es en el ámbito familiar donde se producen los mayores índices de esta violencia interpersonal. l Denuncia penal. La denuncia penal, sentencia u orden de protección son requisitos imprescindibles para que las inmigrantes indocumentadas tengan acceso a recursos socioeconómicos, residencia y trabajo. Este hecho está relacionado con datos, como que sólo el 17% de las extranjeras fallecidas hubieran presentado una denuncia previa, que un 30% de órdenes de protección solicitadas no se otorgan o que un 42% renuncia al proceso penal. l Marginación social. Uno de los temas tratados en la jornada de reflexión celebrada ayer fue el de mujeres inmigrantes con pocos recursos que se ven abocadas a la marginación social. Así, suponen el 40% de las presas, entre 35 y 45 años; la mitad de las sin techo y el 90% de las prostitutas que ejercen la actividad en la calle, de perfil joven y que optan por el desarrollo de esa actividad para solventar gastos familiares.