vitoria. El XVII Congreso de Estudios Vascos, celebrado en el Palacio Europa de Vitoria, tocó ayer a su fin. Tres intensas jornadas, dedicadas a la innovación para el progreso social, repletas de ponencias, mesas redondas y sesiones de comunicaciones, aunque con hueco para el ocio y el arte. Una vez llegados a este punto, toca hacer balance y establecer las conclusiones finales. En palabras del presidente de Eusko Ikaskuntza, José María Muñoa, "aquí no acaba nada, hoy empieza el trabajo, porque hay material suficiente como para hacerlo". En el mismo sentido, la presidenta del congreso, Teresa del Valle, hilvanó unas palabras que explicaron que "las conclusiones servirán no sólo para un proyecto de presente, sino también de futuro".

Este año, en las jornadas se han introducido nuevos lenguajes basados en el arte. Por ejemplo, el miércoles la orquesta de cámara Musikene ofreció un concierto que incorporó elementos creativos en la puesta en escena, la presentación y la propia interpretación. Además, todo ello llegó sin director.

La performance ofrecida el jueves por la artista Luz Darriba con la que se cubrió la fachada del Palacio Europa con tela de araña de lana tejida por voluntarios también constituyó un apunte artístico en el congreso. Simbolizó un entramado social igualitario y contrario a la discriminación y la dominación entre las personas.

Además, la tecnología ha estado muy presente porque a través de ella se ha podido acceder de forma inmediata a todo lo acontecido en el congreso, en el que también ha destacado la incorporación del world café como fórmula de debate. Fue un éxito de participación de los congresistas, que pudieron socializar las perspectivas individuales integradas con la reflexión. Asimismo, los organizadores del evento se mostraron satisfechos debido a la "participación ciudadana y a la presencia del espacio público". Al respecto, destacaron la "sinergia que existe en la reflexión que se ha hecho del progreso social tomando como estrategia los nueves ejes propuestos". Precisamente, de cada uno de estos ejes se ha obtenido, en base a las numerosas actividades programadas, una serie de conclusiones individualizadas.

La primera de las tres jornadas se dedicó a la innovación, a la justicia y a la sociedad solidaria. Respecto a la innovación, el congreso ha deducido que es consustancial a la historia humana al facilitar los cambios y la adaptación del ser humano. Por otra parte, en el eje de justicia destacó la importancia de aumentar la participación ciudadana, fomentando la corresponsabilidad y la creación de metodologías que permitan el logro. Por último, la conclusión referente a la sociedad solidaria considera apremiante la necesidad de crear en las prácticas políticas individuales y colectivas nuevos modelos de relaciones humanas, que se sostengan en la comunicación entre iguales.

Globalización, revalorización de lo público y sistema de género fueron los ejes tratados en la segunda jornada. Respecto a la globalización destacó que para crear conciencia de este impacto es preciso establecer relaciones y comunicación sostenidas en la igualdad. En el espacio dedicado a la revalorización de los público se constató que prescindir del espacio público implica desvitalizar la identidad de una sociedad. En el sistema de género se reconoció la importancia que tienen los estereotipos en los medios de comunicación y en la educación.

Para el último día se dejaron los ejes de calidad de vida, tensión social y memoria social. Respecto a la calidad de vida, se planteó la situación precaria de la misma y se definió a la tensión social como un desafío para la sociedad vasca. El último de los ejes fue la memoria social, según la conclusión la cual favorece la consolidación de la identidad social e individual.