vitoria. Hace apenas unas semanas que se proyecta en las salas de cine la adaptación de una de sus obras más conocidas Zorion perfektua. Pero Anjel Lertxundi no llega hoy a Vitoria para hablar ni de esta película, ni de alguna de sus múltiples obras. No. Lo hará como ponente del eje Memoria Social en la tercera y última jornada del XVII Congreso de Estudios Vascos.
¿Qué va a aportar Anjel Lertxundi a estas jornadas que se celebran en el Palacio Europa?
No voy a hablar de innovación social, sino que pretendo aportar una reflexión personal sobre lo que tenemos en materia cultural y, fundamentalmente, sobre la memoria social.
¿Qué relación considera que tiene la memoria con la innovación social?
La relación es evidente, ya que nada se puede innovar si antes no se parte de algún punto de la memoria. Nada surge si no es a partir de algo. En la medida que tengamos mejor memoria, aquello que queramos innovar tendrá raíces, tendrá sentido. Es por eso que, sin la memoria, no podemos seguir adelante.
¿Qué aporta la tradición a la memoria social?
Absolutamente todo. Lo que vamos practicando en este caso, la lengua española, no sólo es un elemento social, es toda la historia de las comunidades en las que se habla esa lengua. En este caso, en mi intervención, hablaré desde el punto de vista del euskera y en relación a nuestra comunidad porque decide comunicarse de una forma determinada. Esa forma, sin duda, tiene vocación de innovar.
Ahondando en ese mismo sentido, ¿qué aspectos son los más importantes dentro de la memoria?
Es difícil de resumirlo, porque primero deberíamos de distinguir entre memoria personal y memoria colectiva. Coinciden en ciertos sentidos y en otros muchos no. Así como los mecanismos de la memoria personal y de la memoria colectiva tampoco coinciden en muchos casos. De todas formas, los elementos más importantes que todos tenemos tanto personal como colectivamente son suficientes como para preservar aquello que nos interesa, para preservar aquello que nos ha ido bien a lo largo de los años y de los siglos y seguir abandonado los elementos más negativos. Ese mecanismo nos facilita que mirando al pasado podamos mirar al futuro.
Los jóvenes son una parte importante del congreso, ¿cree que quizás les suene raro el término memoria social?
Sí, puede que sí, pero si no tenemos memoria social difícilmente podremos seguir adelante. Esta memoria la tenemos presente constantemente en nuestra vida diaria, por ejemplo, en la calle, en la arquitectura, en la moda, e incluso en la forma de hablar... La memoria social no es aquello que está necesariamente en los libros, sino aquello que está en nuestra vida.
¿Qué percepción tiene la sociedad actual del concepto del tiempo?
Éste es un debate muy interesante que está planteado desde hace bastante tiempo y cada uno tiene una impresión o la percepción del tiempo, pero no me atrevería a decir que percepción es mejor. Las nuevas tecnologías han resurgido, de alguna forma, la percepción de este tiempo, pero no me atrevo a decir si eso es bueno o es malo. Sólo puedo decir que es así.
¿Qué lugar ocupa en la vida cotidiana la memoria social?
Hace la función de una especie de ordenador que me dice y que me va señalando qué tipo de relaciones sociales tengo con los demás. A la hora de relacionarme con la gente, existen unos mecanismos que se ponen en marcha, tanto a la hora de hablar como de tratar con los otros en el trabajo, en la familia, con los amigos... Si no tuviera memoria, todos estos mecanismos no funcionarían. ¿Qué pasa, por ejemplo, con un niño recién nacido?: Que no tiene memoria.
Recientemente se ha presentado la adaptación cinematográfica de su obra, "Zorion perfektua", ¿qué le ha parecido el resultado?
A mí me ha gustado mucho el resultado y estoy muy contento con la adaptación que ha hecho Jabi Elortegi ha hecho de mi novela.