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Adiós a la demencia: la mejor actividad para frenar el deterioro cognitivo

No solo nutre la mente, sino también el cuerpo y las emociones

Adiós a la demencia: la mejor actividad para frenar el deterioro cognitivoPixabay

La demencia es uno de los mayores desafíos de salud a los que se enfrenta la sociedad.

Se trata de un síndrome que afecta la memoria, el pensamiento, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Con el aumento de la esperanza de vida, la prevalencia de esta condición ha crecido de manera significativa, generando preocupación tanto en el ámbito médico como en el social.

Frente a este panorama, los especialistas buscan estrategias que permitan retrasar o prevenir su aparición, centrándose en el cuidado cerebral durante la vejez.

Estimulación cognitiva

Las investigaciones recientes señalan que la estimulación cognitiva es una de las herramientas más efectivas para combatir la demencia.

Tradicionalmente se han recomendado ejercicios como los crucigramas o el ejercicio físico moderado. Sin embargo, aunque estas prácticas son beneficiosas, los expertos destacan que presentan limitaciones al enfocarse en un área concreta de la mente o del cuerpo.

Por ejemplo, los crucigramas estimulan la memoria verbal y caminar favorece la salud física.

No obstante, lo que se busca en la actualidad es una actividad integral, capaz de activar múltiples regiones cerebrales de forma simultánea. Y aquí es donde la cocina aparece como una propuesta innovadora y altamente eficaz.

Actividad completa para el cerebro

Según diversos especialistas en neurociencia y geriatría, cocinar es la actividad más completa para la estimulación cerebral en personas jubiladas.

A diferencia de otros pasatiempos, combina aspectos de creatividad, memoria, coordinación y socialización, elementos clave para mantener la mente activa.

Al cocinar, una persona debe recordar recetas, planificar ingredientes y calcular cantidades, lo que implica ejercitar la memoria de trabajo y la atención.

Además, la preparación de un plato requiere coordinación motora fina —como picar, mezclar o amasar—, lo cual estimula la conexión entre mente y cuerpo.

Por otro lado, la cocina es un espacio de creatividad: experimentar con sabores, texturas y presentaciones impulsa la imaginación y la flexibilidad cognitiva. Finalmente, compartir una comida con familiares o amigos añade un componente social fundamental para preservar la salud emocional.

Cocinando en una sartén

Comparación con otros pasatiempos

Si bien los crucigramas entrenan la mente, lo hacen de manera muy localizada en el área lingüística. Caminar, por su parte, fortalece el sistema cardiovascular y contribuye al bienestar general, pero ofrece menor estimulación cognitiva.

La cocina, en cambio, engloba todos estos beneficios en una sola práctica: estimula el cerebro, favorece la movilidad, alimenta la creatividad y fortalece los vínculos sociales.

Recetas para un envejecimiento saludable

La evidencia científica apunta a que un estilo de vida activo, tanto física como mentalmente, es clave para prevenir o retrasar la demencia.

En este contexto, la cocina se presenta como una actividad accesible, placentera y completa. No solo nutre el cuerpo, sino también la mente y las emociones.

Promover la cocina como actividad cotidiana entre las personas jubiladas puede convertirse en una estrategia poderosa a favor de la salud. Así, cada receta se transforma en una oportunidad para ejercitar el cerebro, mantener la autonomía y disfrutar de un envejecimiento más pleno y saludable.