No hay lugar a dudas de que hacer la cama no es solo una acción cotidiana más. Es una de las tareas que se hacen durante el día y está muy relacionada con mantener una casa ordenada y limpia. Aun así, hay que saber hacerlo bien, ya que, si no, puede tener consecuencias negativas para la salud general.

Los expertos advierten que no es nada sano hacer la cama nada más levantarse. Aunque sea por las prisas o por quitarse de encima esta responsabilidad lo antes posible, hacerlo nada más despertarse podría tener consecuencias para el cuerpo. 

La importancia de ventilar

El enfermero y divulgador sanitario Jorge Ángel, conocido en redes sociales como @enfermerojorgeangel, ha analizado esto en uno de sus últimos vídeos. 

Según explica en su contenido, al dormir, el cuerpo humano genera sudor y calor que se queda atrapado en las sábanas y el edredón. Cuando esto ocurre y hay falta de ventilación, la humedad se concentra dentro de las fibras de los tejidos. 

De ahí que el dormitorio acabe siendo un importante foco de bacterias y ácaros que pueden llegar a provocar alergias respiratorias. Por no hablar de otros factores que tienen que ver con la piel y que también afectan a la calidad del sueño o al descanso. 

Po lo tanto, y para tener la cama hecha, lo recomendable es que, al menos durante una hora, se deje sin hacer. Así como al levantarse, ventilar la habitación para que el aire fluya y la humedad se vaya por completo.

La limpieza de la cama

Tener la cama en buen estado es fundamental para cuidar la salud. Gracias a ello, se eliminan microorganismos que son perjudiciales para el cuerpo. Además de ventilar la habitación, cambiar las sábanas una vez por semana es también clave. 

Esto se debe a que, en las horas de sueño, el cuerpo echa sudor, células muertas y otras partículas que son propicias para la aparición de bacterias. Por muy obvio que pueda resultar, la limpieza cobra más importancia que nunca en este aspecto. 

Cama desecha en un dormitorio minimalista y espacioso. rawpixel.com

Adiós al polvo 

Dejar impolutos el colchón y los cojines con frecuencia es otra táctica para dejar limpio el hogar. Si bien pueden pasar completamente desapercibidos, son otros textiles que tienden a acumular suciedad y bacterias que pueden repercutir en el bienestar de la casa. 

Por otro lado, usar fundas protectoras para colchones o almohadas los protege del desgaste de la cama. Asimismo, son una barrera extra que evita el contacto directo de la tela con el rostro, que también puede llegar a ser fuente de mocos, saliva, etc. 

Finalmente, nada como aprovechar los días de calor y sol y dejar los textiles al aire libre es una buena estrategia para acabar con la humedad, las bacterias y los hongos. Gracias a esto, y con una limpieza efectiva, ya tenemos todo listo para un descanso sano y seguro.