El primer paso para la liberación es el autoconocimiento. La exploración hacia tu persona y tus adentros es de los movimientos más poderosos que podemos hacer las mujeres. “De esta forma, si cada una de nosotras deja de buscar ser elegida o vista por otro u otra, sino por ella misma, el sistema se quebrará desde dentro”, explica Noemí Casquet, quien acaba de publicar Pirómanas.
QUIÉN ES
Noemí Casquet (Sabadell, 1992) es una influyente voz sobre sexualidad que divulga en Instagram, TikTok o Youtube, donde reúne a millones de seguidores. Conferenciante y activista, congrega a miles de personas en sus charlas sobre las prácticas sexuales de las antiguas civilizaciones o el poder de la sexualidad. También es CEO de Santo Amor, la primera escuela online y presencial de placer consciente y autocuidado. Tras el éxito de su primer libro, Mala mujer, dio el salto a la ficción con la trilogía erótica Zorras, Malas y Libres, adaptada al formato audiovisual. Ahora vuelve a la no ficción con Pirómanas.
Teniendo en cuenta que la mitad de la población somos mujeres, si nos llama a todas a ser pirómanas, ¿no sería un poco demasiado incendiario su título?
Sí. Y es importante incendiarlo porque la mitad de la población, como dices, somos mujeres; en muchas ocasiones hemos estado sometidas, agazapadas. Es importante generar ese fuego, esa piromancia, para que se nos escuche, se nos humanice y se nos tenga presentes, y no ser algo al servicio de casi un unicornio en la sociedad, porque somos la mitad de la sociedad.
¿En realidad, la llamada a ser pirómanas es metonimia de construir un mundo femenino propio más acorde con quienes somos y no con lo que otros desean que seamos?
Efectivamente, esta piromancia va un poco por ahí; nosotras en nuestro mundo dependemos de los demás, no estamos adueñadas de nosotras mismas. Estamos siempre pendientes de otra gente, de los cuidados de los otros, de las particularidades de los demás. Me parece vital saber cuál es nuestra identidad, cuál es nuestro placer, nuestro poder y el amor que tenemos en nuestra vida, especialmente el amor propio.
"A las mujeres se nos sigue diseñando en el miedo, seguimos siendo manipulables, más que los varones”
Quemar la identidad de máscara y falsa performance que como mujer nos han impuesto, para abrazar la esencia personal. ¿Puede hacerse a cualquier edad? ¿En cualquier status social?
Se puede hacer a cualquier edad; el estatus social obviamente nos da un privilegio, porque cuando más elevado sea más posibilidad tienes de ser quien quieras ser. El aspecto económico interfiere, pero no libra de la opresión del mismo sistema y de la misma falsa máscara. Saber quiénes somos es superimportante a todos los niveles, en todos los estatus y en todas las edades; es algo básico en el ser humano
Que una mujer queme sus miedos para empoderarse es un buen objetivo, pero ¿cómo quemarlos si la sociedad nos presenta día a día miedos nuevos, reales o inventados?
Cuando somos partícipes de esos miedos nos están educando en base a todo lo que ya está creado y diseñado. Es decir, a las mujeres se nos sigue diseñando en el miedo, seguimos siendo manipulables, mucho más controlables que los varones. Toda la sociedad, todo el sistema está organizado para que a nosotras nos genere inseguridades para seguir consumiendo o dependiendo de un punto externo. Si nosotras nos adueñamos de nosotras mismas, ese miedo, esa inseguridad, ese batiburrillo que tenemos a nivel sistémico, deja de ser eficaz en nosotras porque ya no sirve para que nos manipulen, para que nos sometan.
“Hasta 1998 no sabíamos cuál era la estructura real del clítoris"
Exalta a honrar el placer y la energía sexual, pero ¿ante los gozos y placeres sexuales la mujer sigue todavía aherrojada por el hombre, la familia, la sociedad, los tabúes…?
Todavía sigue y pasa porque no ha dejado nunca de ser así; cierto que ha habido una evolución a lo largo de la historia; si echamos la vista atrás, las cosas han mejorado. Pero todavía nuestro placer no sigue siendo de nuestra propiedad; el deseo femenino parece un extraterrestre. Parecería que las mujeres tuviéramos mucha complejidad en lo sexual y es mentira; el problema radica en que no hemos sido escuchadas en lo sexual, en lo placentero; no hemos tenido el permiso de saber qué es lo que queremos. Hasta 1998 no sabíamos cuál era la estructura real y completa del clítoris y esto fue gracias a la uróloga y cirujana australiana Helen O’Connell. En cuanto a nuestra sexualidad aún nos queda mucho camino por delante.
¿Qué induce a una mujer a dinámicas y patrones tóxicos en sus relaciones amorosas? ¿Los hombres, nuestros miedos, las amistades peligrosas, tabúes…?
En todas las relaciones podemos tener dinámicas tóxicas, a las mujeres se nos ha educado especialmente en el sobrefuncionamiento femenino, porque al final somos las salvadoras y cuidadoras de todo el mundo, menos de nosotras mismas. Esto nos lleva constantemente a estar pendientes de los demás, porque entendemos que solo si lo hacemos, si cuidamos, merecemos amor, pero no merecemos amor por lo que hacemos y damos. Esta idea es la que tenemos que empezar a quemar las mujeres. Porque por lo que tú eres ya eres merecedora de amor, de amor propio a ti misma. Esto no significa ser egoísta, sino velar y protegerte a ti misma. De ahí que sea tan importante el decir cuando yo estoy sobrefuncionando al organizar las vacaciones de toda la familia, los encuentros con las amigas, ateniendo a ese familiar... Cuando sobrefuncionamos hay otro mundo, porque otra persona que está infrafuncionando pone su carga sobre nosotras y, por ende, obtiene un privilegio, el de la comodidad. Si esa persona tiene ese privilegio, porque tú la sostienes, quien no lo tienes eres tú. Es ahí donde hay que cambiar el guión.
Atrae su canto al amor propio y al auto renacer sexual-afectivo, pero entre los/las más jóvenes el control de la pareja, la violencia y hasta los asesinatos crecen. ¿En qué fallan los jóvenes, sólo fallan ellos, solo ellas, ambos, los padres?
No es que estén creciendo, es que se registran más. Antes estaba normalizado el pegar a una mujer, el control de la mujer. Control no registrado y aún menos interiorizado. Ahora lo ponemos sobre la mesa y hay datos. Por supuesto, los jóvenes están manteniendo estas dinámicas sexistas contra las mujeres porque no han dejado de existir. Beben de lo que ven y del acceso a internet. Toman de ejemplo a ciertos hombres machistas y misóginos, pensando que el control de la mujer es lo normal, que somos un objeto a su antojo. Por otro lado, también siguen los patrones a nivel familiar, porque somos seres que actuamos por imitación. Si en tu familia has visto a tu padre tratando fatal a tu madre y ella siempre ha estado a su servicio, tú lo repetirás. Además, hay un factor de miedo hacia lo nuevo; al ser humano siempre le ha dado mucho miedo el cambio. Pero necesitamos cambiar este constructor social que nos perjudica y para esto necesitamos identificar lo que pasa. Eso es lo que está ocurriendo en esta sociedad.
El mejor momento de una mujer es cuando en lugar de cumplir años empieza a cumplir sus sueños. ¿Para cumplir estos sueños hace falta ser pirómana con la realidad?
Sin duda, porque a menudo muchas vivimos en piloto automático y ni tan siquiera vemos la realidad, qué es encarnar un cuerpo y una vida que va a tener un punto y final. Aquí siempre hablo de la muerte como una fórmula de consciencia vital, que tarde o temprano todos los seres humanos llegaremos a la tumba. Pero hasta cuando me llegue, no me gustaría a mí ni a nadie llevarnos preguntas y experiencias que no he vivido por miedo a hacerlo o esperando a hacerlo. Esto no significa dejar todo e irse a luchar por tus sueños. ¡Ojalá fuese tan fácil! Ya sé que es algo utópico, pero empieza a estar presente en muchas personas, cosas que están en tu mano y nadie las puede realizar más que tú. En lugar de ir a piloto automático en el día a día, empieza a disfrutar, aunque sea una mierda y no te guste tu trabajo, pero disfruta del cafecito de la mañana que te tomas, disfrútalo. Mucha gente espera a un cáncer o a un susto tremendo para disfrutar de la vida y o debe ser así, espero no llegar a ello.
Todos debiéramos quemar nuestra realidad disruptiva, pero ¿a quién recomendaría su libro con especial dedicación y cerilla incluida, a jóvenes, mayores, a ellas, a ellos …?
El libro Pirómanas está escrito con mirada femenina y, obviamente, mi principal objetivo son las mujeres. No creo que las chicas jóvenes se beneficien plenamente de este libro, porque todavía no tienen construido un ideario en cuanto a la identidad, el poder y el amor, aunque si estás empezando a caminar sería una buena base hacia donde caminar. Me interesan más las mujeres que han caminado mucho y que piensan en la vida que merecen, la que llevan y la que les gustaría llevar. Este es mi público: mujeres que en algún momento se han sentido perdidas, rotas o insuficientemente valoradas, algo que prácticamente todas las mujeres hemos sufrido en algún momento de nuestras vidas. Todas las mujeres tenemos una pirámide dentro y nunca es tarde para reflexionar acerca de cómo hemos estado viviendo y sobre la oportunidad de cambiar nuestra vida. El libro no es una verdad absoluta, pero sí mi percepción del mundo y ojalá sea un instrumento para percibir mejor tu mundo, aquello que quizá nunca habías percibido ni sobre lo que habías pensado.