Una de las enfermedades más comunes y peligrosas es, sin duda alguna, la hipertensión arterial. Generalmente, esta dolencia no suele presentar síntomas claros. Pero, conforme avanza el tiempo, algunos órganos vitales como el corazón o el cerebro, entre otros, pueden verse muy afectados.
Esto significa que muchas personas pueden padecer esta enfermedad sin ser conscientes de ello, algo que exige conocer más sobre sus consecuencias a medio y largo plazo, así como saber qué hacer para evitarla o suavizar sus efectos.
Riesgos de la hipertensión
Algunas instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntan que, a mayor presión arterial, hay mayor riesgo de sufrir problemas de salud, tales como infartos, insuficiencia renal o accidentes cerebrovasculares.
Por si fuera poco, un estilo de vida poco saludable en el que el tabaco, el alcohol, la obesidad, el estrés y el sedentarismo, entre otros, hacen acto de presencia, tiende a la aparición de la hipertensión o presión arterial alta.
¿Dolor de cabeza significa hipertensión?
Uno de los mitos más populares es la relación que existe entre el dolor de cabeza y la hipertensión. Aun así, ciertos estudios han comprobado que esto no ocurre siempre así: el hecho de que puedan coincidir no hace que uno cause el otro.
Y es que el dolor de cabeza aparece debido a diferentes causas: la falta de sueño, la deshidratación o trastornos neurológicos. Además, la presión arterial alta suele ser asintomática, hasta el punto en el que se puede manifestar en niveles peligrosos.
En ese caso, una persona puede sufrir una cefalea o dolor de cabeza de gran intensidad, pero esto no es lo normal. Es más, en la mayoría de situaciones, el dolor de cabeza no quiere decir que sea el indicador más fiable.
El efecto del estrés y la presión arterial
Algo que sí es cierto es que el estrés físico o emocional puede influir en los niveles de presión arterial. Por lo tanto, un dolor de cabeza causado por estas razones coincide con otras causas, pero no como consecuencia directa de la hipertensión.
Así las cosas, calcular el estado de la presión arterial puede ser engañoso. Esto quiere decir que sentirse bien no asegura que tenga que haber necesariamente un problema de tensión alta.
La importancia del control periódico
Ante estos mitos, los expertos aconsejan medir la presión arterial con frecuencia, hasta en personas que no tengan síntomas aparentes. Gracias a esto, podemos adoptar medidas de tratamiento o prevención que pueden salvar la vida.
Y, por supuesto, cambiar la rutina es importante para mantener la presión controlada. Una dieta equilibrada, el ejercicio físico regular y la ausencia de drogas son aspectos que debemos tener en cuenta. al igual que controlar el estrés.
Si vemos algún problema, se debe acudir al médico cuanto antes para calcular la hipertensión. Al margen de tomar medicamentos, se deben seguir a rajatabla varias pautas y hábitos que favorezcan el bienestar general.
Desmontando mitos para cuidar la salud
Visto lo visto, es sencillo hacer frente a la hipertensión o tensión arterial alta siguiendo varios trucos que repercuten positivamente en la salud personal. Asimismo, conviene recordar que en este tipo de cuestiones tan serias no es bueno dejarse llevar por creencias o mitos, consultando siempre fuentes fiables.