No cabe ninguna duda de que la voz es una herramienta fundamental en la vida cotidiana y en nuestra salud. Tanto, que no valoramos su importancia hasta que la perdemos. Y ahí es donde entra en juego la afonía. Ya sea por fiestas, conciertos, eventos sociales o hasta condiciones ambientales, la garganta puede secarse e irritarse.
Pero, ¿cómo podemos solucionar este problema? ¿Qué repercusiones tiene en nuestro bienestar? ¿Cómo podemos evitar estas situaciones? A continuación, vamos a responder a todas estas preguntas.
¿Qué es la afonía?
La afonía podría definirse como la pérdida total o parcial de la capacidad de emitir sonidos vocales. Es decir, problemas a la hora de hablar. Es un trastorno que puede afectar a personas de cualquier edad y ser o bien temporal o crónico.
Puede clasificarse en dos tipos: por un lado, la afonía funcional, relacionada con factores psicológicos o emocionales, y, por otro lado, la orgánica, ligada a razones físicas que afectan a las cuerdas vocales.
En estos casos, se recomienda someterse a una laringoscopia. Esto puede incluir reposo vocal, terapia del habla, medicinas para tratar infecciones o inflamaciones, y hasta cirugía.
La afonía se da cuando las cuerdas vocales se inflaman o irritan, dificultando su vibración habitual. Como consecuencia, esto puede derivar en una voz ronca, entrecortada.
Principales causas de la afonía
Las razones por las que podemos perder la voz son varias. Las más comunes son forzar la voz al gritar o hablar demasiado, respirar por la boca y no por la nariz, toser con frecuencia o carraspear o exponerse al aire acondicionado mucho tiempo.
También influyen cambios bruscos de temperatura, las infecciones como la gripe o los resfriados, y las reacciones alérgicas al polen o al polvo
Consejos para recuperar la voz
Si estás afónico, obedece estos consejos para acelerar el proceso.
Descansa la voz
Es muy importante darle un respiro a tus cuerdas vocales. Intenta no hablar, y si lo haces, nada de susurrar, toser o carraspear.
Cuida tu garganta
En ambientes con aire acondicionado, tápate la garganta con algún pañuelo o bufanda.
Hidrata tu garganta
Bebe mucha agua a temperatura ambiente y nunca bebidas muy frías o calientes. La hidratación contribuye a calmar la irritación o sequedad.
Vigila tu alimentación
No consumas alimentos picantes. Del mismo modo, despídete de la cafeína, el alcohol y el tabaco.
Estira las cuerdas vocales
Un ejercicio muy útil consiste en aguantar la lengua con un paño limpio y estirarla lentamente en distintas direcciones durante varias veces al día par aliviar la inflamación.
Remedios caseros
Mezcla aceite de oliva, miel y limón: una cucharada así alivia la garganta. Tómala varias veces al día para cuidar la voz.
Infusiones de jengibre con miel y limón
Esta combinación reduce la irritación y sana la garganta. Trata que el agua esté demasiado caliente para no empeorar la inflamación.
Gárgaras con agua y sal o bicarbonato
Sus propiedades desinfectantes suavizan las cuerdas vocales.
Vahos de manzanilla y tomillo
Inhalar el vapor de estas hierbas desinflamar la zona afectada.
Pastillas para la garganta
En muchas farmacias puedes comprar pastillas con miel y limón que acaban con la irritación y las bacterias.
¿Qué es la voz?
La voz es un fenómeno sonoro que forma parte de la comunicación humana. Se produce mediante la vibración de las cuerdas vocales de la laringe, que se encuentran en la parte superior de la tráquea.
El aire procedente de los pulmones pasa por estas cuerdas, haciendo que éstas vibren, generando sonidos que se modulan gracias a la articulación de los labios, la lengua y el paladar.
Además de su función básica, la voz cuenta con aspectos técnicos y artísticos. En el canto, por ejemplo, se utilizan diferentes técnicas para emitir una extensa gama de sonidos y matices. Igualmente, la voz también puede transmitir emociones como alegría, tristeza, enfado o amor.
El estudio de la voz incluye disciplinas como la fonética, la logopedia y la música. Por lo tanto, comprender la voz supone entender su influencia en aspectos como las relaciones sociales, así como en algunas disciplinas profesionales.