Los infartos pueden producirse en cualquier persona, aunque se dan en mayor medida en las de edades más avanzadas. Aún siendo uno de los accidentes de salud más conocidos, puede ser que lo confundamos con otros síntomas clínicos en la zona cercana al corazón. Es importante siempre tener en mente el número del 112 por si la causa de nuestra dolencia pudiera ser realmente un ataque al corazón, aunque también si tienes algún otro problema.
Este dolor en la zona del corazón se caracteriza por la horrible sensación de opresión en el pecho, como si de una pesada losa se tratara. Muchas veces este insufrible daño puede extenderse hacia alguna zona del cuello e incluso llegar a las extremidades superiores.
Es una sensación que no pasa desapercibida, y dada la presión que se siente, muchas personas que lo sufren creen que van a morir, pero este puede pasarse en cuestión de minutos sin llegar a más. Siempre es recomendable llamar con urgencia a los servicios sanitarios por si el infarto pudiera ser de mayor gravedad.
Aún teniendo una afección muy característica, este dolor agudo en el pecho se puede confundir con otras dolencias en partes cercanas del cuerpo, y aquí te vamos a ayudar a poder identificar de una manera más sencilla qué pueden ser esas molestias.
Dolores que se confunden con infartos
- Reflujo esofágico. El esófago, que se encuentra cerca del corazón, puede producir una sensación de quemazón. Esto se puede dar principalmente tras la ingesta abundante de alimentos y tras ello, al tumbarse, puede provocar un espasmo del esófago que puede confundirse con los síntomas de un infarto o una angina de pecho. Debido a posibles problemas en la digestión, los jugos gástricos pueden subir y generar este dolor. Uno de cada cinco españoles sufre de este reflujo, y la mayoría de ellos toman protectores de estómago.
- Dolor muscular. Tras un esfuerzo o una contusión, podemos sufrir un dolor en el músculo pectoral. El dolor del infarto se puede producir incluso estando quieto, pero este tipo de dolencia se produce sólo cuando se mueve el músculo, se respira fuerte o se aplica presión sobre la zona afectada.
- Trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad también crean una sensación de opresión en el pecho, como el infarto, y de falta de aire, por lo que en ciertos casos se puede confundir con un ataque al corazón.
- Espasmos en las arterias. El consumo de drogas produce, en muchos casos, espasmos en las arterias, lo que puede llegar a causar infartos. Esta es una de las principales causas de cardiopatía isquémica en personas jóvenes. El doctor Manel Sabaté comenta que “el dolor de la cardiopatía isquémica no siempre tiene estas características tan típicas, sobre todo en mujeres, personas mayores y pacientes diabéticos. En algunos casos, puede manifestarse en forma de dolor en la parte alta del abdomen, como falta de aire”.
- Pericarditis. El pericardio es un saco que envuelve el corazón para protegerlo. Esta zona puede sufrir una inflamación e infección por algún virus, y puede generar una dolencia muy parecida a la de un infarto. Esta angustia aumenta con la inspiración, empeora cuando la persona que lo sufre se tumba y mejora cuando se sienta.
- Enfermedad coronaria. El cúmulo de placas de ateroma (producidas por contenido lipídico, calcio y células inflamatorias) dentro de las arterias coronarias del corazón, pueden provocar el estrechamiento de las mismas. Al llegar menos sangre, se produce un desequilibrio y falta de oxígeno. Todo este proceso se llama isquemia y puede ser responsable de la angina de pecho que con la suma de un coágulo de sangre puede formar un infarto de miocardio.
Otros dolores producidos por el herpes zoster o la pancreatitis pueden ser también posibles, pero si hay un dolor insistente y duradero en la zona exacta del corazón, lo crucial es llamar al número de emergencias (112) y seguir un protocolo de actuación que será clave para el pronóstico del paciente.
Factores de riesgo
No existe una fórmula totalmente eficaz para evitar las enfermedades cardiovasculares, como el infarto agudo de miocardio o el infarto cerebral (ictus), que son la principal causa de muerte en España. Sin embargo, en algunos casos estas patologías pueden prevenirse con unos hábitos de vida saludable, una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio.
Como ya hemos dicho, cualquier persona puede sufrir un infarto, pero hay algunos factores que hacen que exista una mayor predisposición. Estos son: la edad (con los años aumentan las alteraciones del corazón), la genética (el riesgo es mayor si el padre o un hermano lo ha sufrido antes de los 55 años o la madre antes de los 65 años), el sexo (la mujer tiene más riesgo a partir de la menopausia) y la raza (las personas de raza negra y los habitantes de países asiáticos son más propensos por la alimentación y otros factores).
El infarto de miocardio se produce en todos los casos por la acumulación de placas de grasa en las paredes arteriales y aparece bruscamente cuando una de estas placas se desprende. Esto provoca la formación de un coágulo que acaba obstruyendo alguna de las arterias del corazón y, debido a la falta de riego sanguíneo, una parte de las células cardíacas muere.
Alimentos cardiosaludables
Para mantener un corazón sano, Gemma Chiva-Blanch, profesora agregada y experta de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), nos recomienda diez alimentos o grupos de alimentos.
Recuerda que estos deben ser consumidos en el marco de una dieta variada, equilibrada y saludable, rica en alimentos vegetales y frescos y pobre en productos animales y en alimentos ultraprocesados, así como baja en sal y en alimentos ricos en azúcar.
Estos alimentos cardiosaludables son: aceite de oliva, nueces y frutos secos, legumbres, pescado azul, frutas del bosque, ajo, verduras y hortalizas de color amarillo, cereales integrales, especias y té verde.
Recuerda llenar tu despensa de alimentos saludables, evitando todo aquello que no te conviene. La mejor forma de no comer lo que no debemos es no tenerlo en casa. Tu corazón y tu salud en general se verán muy favorecidos.