Lavar algunos alimentos correctamente antes de consumirlos no es solo una recomendación sino que es una obligación para minimizar posibles riesgos de intoxicación, especialmente cuando vamos a comerlos crudos.
Este es el caso de las fruta, que debemos lavarla siempre para evitar ingerir posibles restos de tierra o microorganismos y bacterias naturales que pueden estar adheridos a su piel, como consecuencia de todo el proceso que va desde la recolecta, hasta el transporte, el almacenaje y la venta al público.
Si esas frutas además no son productos ecológicos, lo más probable es que hayan sido tratadas con insecticidas y pesticidas, lo que hace necesario lavarlas antes de pelarlas o de consumirlas con piel para eliminar los químicos que impregnan su superficie. Así, evitaremos que los contaminantes pasen al interior de la fruta y puedan causar alguna intoxicación.
Frutas blandas
En el caso de las frutas más o menos blandas como las uvas, cerezas, ciruelas, moras o fresas se deben lavar sólo inmediatamente antes de su consumo, sin jabones ni productos agresivos, sumergiéndolas en agua y luego enjuagándolas bajo el chorro de agua fría con presión. Debemos manipularlas con las manos limpias para evitar añadir gérmenes extra.
Si hay zonas golpeadas, debes eliminarlas una vez lavadas y si detectas moho, tira a la basura la pieza entera. Después de lavar las frutas, sécalas con papel de cocina.
En el caso de las ciruelas, y de otras frutas como las uvas o los arándanos, una vez lavados seguirás apreciando una especie de polvillo blanco que se resiste a desaparecer. Sin embargo, no se trata de suciedad, sino de una sustancia llamada pruina.
Qué es la pruina
Conocida también como claudy bloom, es una capa natural de cera que produce la fruta y su función es protegerla de la pérdida de humedad, de los insectos y de agentes patógenos como bacterias y hongos.
Esta capa, que da a la fruta un aspecto de niebla, también ayuda a preservar su frescura de la fruta y a prevenir la deshidratación. Es completamente comestible y no representa ningún riesgo para la salud, por lo que no es necesario retirarla antes de consumir la fruta.
La divulgadora sobre alimentación Boticaria García ha publicado un vídeo explicando de qué se trata esta sustancia y confirmando que no es en absoluto peligrosa para la salud. Después de señalar que se trata de un "traje de autodefensa" para la fruta destaca sus "tres superpoderes":
- Protector solar. Sirve para limitar la radiación solar que entra dentro del fruto y que puede estropearlo.
- Repelente de insectos. Es una barrera natural que le protege frente a los bichos que se puedan acercar.
- Impermeable. Tiene la capacidad de repeler el agua y así si llueve el fruto no se estropea.
Beneficios de las ciruelas para la salud
Las ciruelas, en cualquiera de sus versiones, son un bocado delicioso, muy dulce y jugoso, además de un alimento sano y saludable. Tienen una serie de beneficios y propiedades para el organismo, ayudando a prevenir enfermedades y trastornos del aparato digestivo.
Entre sus principales características, está su conocida virtud de mejorar el tránsito intestinal, ayudando a aquellas personas que sufren de estreñimiento y regular la digestión. Es un fruto de alto contenido en antioxidantes y fitonutrientes, que protege el organismo y previene el envejecimiento.
Son muy ricas en vitaminas, entre las que destacan la vitamina E, aliada contra el envejecimiento y con un gran poder antioxidante, vitamina A y vitamina C. Además, poseen una cantidad diversa de minerales, entre los que destacan el potasio, el calcio, el hierro y el magnesio. Ayudan, por tanto, a mejorar los estados depresivos y la anemia.
Son bajas en calorías y no contienen grasas saturadas y cuentan con ciertos compuestos, como la fibra y el sorbitol, que ayudan a regular el funcionamiento del sistema digestivo.