Probióticos

¿Qué son?

Los probióticos son –según la OMSmicroorganismos vivos (como bacterias y levaduras) que al consumirlos en cantidades adecuadas proporcionan beneficios para la salud. Se encuentran naturalmente presentes en algunos alimentos fermentados, agregados a algunos productos alimenticios y también en suplementos dietéticos.

Para que se considere probiótico debe contener microorganismos vivos, deben estar en cantidades suficientes y tener un efecto demostrado sobre la salud.

Por tanto, los alimentos probióticos fomentan el crecimiento de microorganismos beneficiosos para el sistema digestivo, conocido como microbiota.

Beneficios

- Crean una microbiota sana y diversa.

- Mejoran la actividad inmunitaria.

- Facilitan la digestión de ciertos compuestos de la dieta.

Dónde se encuentran

- Verduras fermentadas

- Yogur

- Kéfir

- Misu

- Chucrut

- Kombucha

Prebióticos

¿Qué son?

En 1995 los investigadores Glenn R. Gibson y Marcel B. Roberfroid definieron un prebiótico como un ingrediente alimentario no digerible que estimula el crecimiento o actividad de las bacterias saludables en la flora intestinal. Así, los alimentos prebióticos actúan como nutrientes de los microorganismos que habitan en la microbiota y estimulan su actividad.

Entre ellos, los más conocidos son las fibras solubles, la inulina, la pectina, mucílago, el almidón resistente... Además, los prebióticos están presentes en numerosos alimentos, principalmente de origen vegetal. 

Beneficios:

- Mejora el tránsito intestinal.

- Mejora la nutrición de la flora intestinal, manteniendo saludable la microbiota.

- Mejora el sistema inmune.

- Tiene efectos metabólicos (producción de ácidos grasos de cadena corta, metabolismo de las grasas...).

Dónde se encuentran

- Plátanos

- Arándanos

- Garbanzos 

- Cebolla y ajo

- Puerros

- Alcachofas

- Espárragos

¿Y los simbióticos?

El término simbiótico se refiere a aquellos alimentos que combinan ingredientes prebióticos y probióticos para unir sus efectos positivos. En sentido estricto, debería reservarse a productos en los que el componente prebiótico favorece selectivamente al componente probiótico. Aunque esta combinación está poco estudiada, se ha descrito un efecto sinérgico entre ambos.

La leche materna es uno de los principales y más importantes. También se puede conseguir un alimentos simbiótico mezclando por ejemplo yogur con arándanos.