Hace diez años recorría aldeas de Tanzania a bordo de un hospital móvil para hacer llegar los cuidados sanitarios a lugares poco practicables y a personas nada acostumbradas a recibirlos. Hoy aparece en la terraza donde tomamos el café previo a esta conversación como un deportista olímpico recién duchado que estrena camisa blanca. Ni su juventud ni su aspecto se ajustan al cliché del psiquiatra tradicional. La innovación y los resultados de la Unidad de Estimulación Electromagnética Transcraneal que ofrece su clínica, tampoco.
Cinco estrellas
“Nuestro equipo está integrado por un neurólogo, una neuropediatra, una psiquiatra infantil, cuatro psiquiatras para adultos y cuatro psicólogas. Compartimos valores y visión, el trato cercano y la empatía. Creo que se agradece mucho conectar con esa parte más humana”. Esto es lo que el doctor Héctor Saiz considera y que más de doscientos pacientes han valorado con cinco estrellas en la web clinicamhs.com.
“Los mejores resultados de la estimulación electromagnética se consiguen en la depresión endógena, el dolor de los nervios y los ictus motores”
Seguramente también los asombrosos resultados de su terapia de neuromodulación. La depresión endógena, la que no justifica su origen en una muerte cercana, una separación o una experiencia laboral traumática, la que definimos con un “me va bien pero no sé qué me pasa”, es un río subterráneo silencioso que termina empapándolo todo. Una vez que brota ni la armada que integran psicoterapeutas, psiquiatras y medicación resulta suficiente para detenerlo. Por eso el director de esta clínica reconoce que él también se mostró escéptico cuando descubrió la máquina capaz de anular prácticamente esta enfermedad mental, “el dispositivo Magventure X100, que se combina con la bobina Cool D-B80 y la bobina en mariposa 150º Cool B-70”. Lo importante no es el nombre, es el éxito.
“Se trata de Estimulación Magnética Transcraneal. A través de un campo magnético se genera una corriente eléctrica. Si es de baja frecuencia, inhibimos un circuito cerebral que está hiperactivo; si es de alta frecuencia, estimulamos un circuito que está hipoactivo”, como ocurre en los casos de depresión e ictus. Y es que el empleo de esta tecnología también ofrece un nivel de evidencia científica A en la rehabilitación de los ictus motores y en la reducción del dolor neuropático (el de los nervios femoral, ciático…).
Aprobación sanitaria
Tanto la FDA (Food and Drugs Administration) como la CE lo han aprobado para tratar la depresión, TOC y adicciones. Sus posibilidades no quedan ahí. “Numerosos estudios científicos avalan sus buenos resultados para esclerosis múltiple, párkinson, y la revista neurológica de referencia Brain publicó que podía detener el avance del alzhéimer seis meses”. Teniendo en cuenta que la población mundial que lo padecerá en 2050 triplicará la actual, este inicio ya constituye un hallazgo esperanzador.
“He vuelto a ser yo”. Así valoran una semana de tratamiento intensivo pacientes que llevaban décadas padeciendo depresión.
Indoloro y rápido
El tratamiento, contraindicado solo en pacientes con epilepsia, “es absolutamente seguro y no genera efectos secundarios”. El doctor Saiz compara la sensación física de quien recibe los pulsos de corriente electromagnética con unos golpecitos con los nudillos, más o menos intensos en función de la frecuencia. “Nunca nadie ha abandonado el tratamiento porque le resultara doloroso”.
“Un estudio de la universidad de Stanford expone que los protocolos acelerados, diez sesiones al día durante cinco días, obtienen una reversión del 90% en la depresión”
Las sesiones duran de quince minutos a media hora y en el protocolo estándar se aplica una al día de lunes a viernes durante seis semanas. Permite realizar cualquier actividad inmediatamente después y existe una alternativa aún más rápida. “Un estudio de la universidad de Stanford expone que los protocolos acelerados, diez sesiones al día durante cinco días, obtienen una reversión del 90% en la depresión”. Para quien la lleva padeciendo quince o veinte años vivir ese cambio resulta radical. “No es que esté mejor, ¡es que vuelvo a ser yo!”. Una frase que lo condensa todo.
Hoy se puede acceder a la estimulación magnética transcraneal en las clínicas MHS en Bilbao, Santander y Oviedo y, dentro de la sanidad pública, se ha implantado en Araba y Gipuzkoa, para la investigación, y en ciudades como Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia.
“Vivimos en la inmediatez, la enfermedad mental de nuestra sociedad es no posponer la recompensa. Lo satisfactorio es lo que se consigue a largo plazo”
Despedimos al doctor Héctor Saiz solicitando su diagnóstico mental de esta sociedad europea, occidental y privilegiada. “Nuestra enfermedad es la inmediatez, no posponer la recompensa. Admiro a personas como mi abuelo, minero, agricultor y ganadero, con una capacidad de trabajo y sacrificio enormes. La perseverancia, el trabajo bien hecho y cuidar a las personas a las que queremos es también cuidar nuestra salud mental”.
