“Lo que me atrajo de la astrología no fue el análisis del futuro, sino que podría llegar a ser una herramienta de conocimiento extraordinario”, explica Josep Guarch mientras recuerda que a los 12 años su tío relojero le acompañó a Barcelona a una tienda de magia y ocultismo para comprar libros sobre astrología. Así se inició en la astrología, “aunque con 15 años ya había leído las obras completas de Sigmund Freud”, reconoce.
QUIÉN ES
Josep Guarch es astrólogo humanista, terapeuta floral y homeópata, así como formador de astrología y terapia floral. Es ponente habitual en congresos nacionales e internacionales, destaca como formador para un modelo de personalidad individualizada. La alquimia de la personalidad (Ed. Luciérnaga) es su último libro.
Habla de astrología humanista. ¿La astrología está aceptada como una ciencia?
Para mí, la astrología es un saber y no tiene porqué necesitar ninguna autorización de ninguna institución científica. Quizás sea que vivimos en un tiempo en el que damos demasiada importancia al factor científico; como si lo que no fuera ciencia no fuera veraz o no tuviera un sentido de existencia. A veces nos olvidamos de que con la ciencia solo es posible explicar un 5% de la existencia. Tampoco es cierto que todos los científicos estén en contra de la astrología, porque conozco a muchos que han dedicado gran parte de su vida a la astrología. Albert Einstein tiene una frase memorable: “He aprendido mucho y le debo mucho a la astrología”.
¿La astrología está más cerca de lo exotérico que de la ciencia, o viceversa?
No me gusta poner etiquetas. No creo en el hecho de que la astrología tenga que ser un conocimiento esotérico; es cierto que durante muchos siglos se ha relacionado con el esoterismo, pero no creo que la astrología por el hecho de acercarse a lo científico sea mejor o más veraz de lo que ya es.
Se define también como terapeuta floral. ¿Cómo debemos entenderlo?
Tardé muchos años hasta que conseguí ganarme la vida como astrólogo; compatibilicé el estudio con todo tipo de trabajos y mi tiempo libre lo dedicaba a atender consultas haciendo la carta astral a personas. Cuando acababa de explicársela, muchas veces la gente me decía que le había ayudado a conseguir el camino que debía seguir, pero que tenía miedo, que no confiaba en ella misma, que tenía la autoestima baja. Entonces, pensé que sería maravilloso tener algo que ofrecerle a esa persona y que le pudiese ayudar a mover todos esos obstáculos o dificultades. En mi primera conferencia pública, al finalizar, un psicólogo que estaba entre el público me dijo que, tal como hablaba de la astrología, me vendría bien relacionarme con las flores de Bach.
"En el trabajo de búsqueda de personalidad combino la astrología, la homeopatía y la terapia floral”
¿Qué son las flores de Bach?
Es una terapia desarrollada por el médico británico Edward Bach, que se basa en el uso de esencias florales medicinales para restablecer el equilibrio entre mente y cuerpo. Bach tenía un gran interés en encontrar una forma de sanar al ser humano con algo que no tuviera efectos secundarios y que fuera accesible.
¿En qué consiste?
El doctor Bach decidió cerrar el sistema en 18 esencias florales que logran equilibrar los estados descompensados tanto físicos como emocionales y mentales. Como él, baso mi terapia en la trayectoria como homeópata, en mi necesidad de búsqueda constante; así que, además de formarme como terapeuta floral decidí también instruirme como homeópata. Lo que hago es formar a las personas que tienen una serie de desequilibrios físicos, emocionales y mentales con esos recursos naturales, junto con el trabajo de búsqueda de su personalidad a través de su carta astral. Combino la astrología, la homeopatía y la terapia floral.
¿Por qué Alquimia de la personalidad y no, por ejemplo, Química o Ciencia de la personalidad?
Porque, al igual que los antiguos alquimistas que no buscaban oro, sino transmutar la ignorancia en sabiduría y conocimiento, busco que cada uno haga su propia alquimia personal a través de mi diseño de modelo de personalidad asociado con las esencias florales de Bach. Porque busco que transformes tu personalidad hasta ser una persona más consciente y más armónica. Mi gran búsqueda del conocimiento de la persona lo centro en hallar un modelo de personalidad. Veía que había modelos de personalidad en las diferentes disciplinas, pero en cada perfil no solo encajaba la persona que se estaba analizando, sino que podían enmarcarse millones de personas. Sentía la necesidad de encontrar un modelo más individualizado. Con mi trabajo en consulta y de investigación creé un modelo de personalidad pilar de La alquimia de la personalidad. A este modelo de personalidad lo denomino los cuatro pilares de la personalidad y en el libro establezco una relación entre los doce signos y las doce esencias florales.
"¿Desde cuándo el conocimiento de la personalidad humana es una ciencia oculta?”
¿Cuáles son esos cuatro pilares de la personalidad?
El signo solar representa nuestra identidad, carácter y forma de ser interna; sería como nuestra esencia. El segundo pilar es el signo lunar, son nuestros sentimientos y se encarga de gestionar la red de vínculos afectivos que establecemos alrededor de nuestra vida y, por tanto, de nuestro Sol. El tercero, el signo de Marte defiende el espacio para nuestro proyecto de vida. Y el cuarto pilar, el signo ascendente, que es nuestra personalidad externa y, por tanto, la herramienta a través de la cual nos mostramos en público.
La posición de los astros influye en los humanos; también la luz, magnetismo terrestre, gravedad… ¿pero hasta qué punto son definitorias de nuestra personalidad?
No soy ni he pretendido nunca ser ni mago ni adivino. Entiendo que la acción de un determinado planeta se constata a través de la verificación. Cuando tengo una persona delante a quien nunca he visto y no sé nada de ella y puedo llegar a su personalidad, es una indicación clara de cómo nos influyen los planetas.
Usted es homeópata. ¿Cree que la homeopatía debe tener mayor presencia?
Por descontado, pero volvemos a encontrarnos con el muro de la ciencia. No deja de sorprenderme que en nuestro país se hable del placebo de la homeopatía cuando hay países que tienen hospitales homeopáticos. Resulta paradójico que el Ministerio de Sanidad nos diga que la homeopatía es un placebo y, curiosamente, los remedios homeopáticos estén regulados por la Ley del Medicamento y solo se puedan vender en farmacia. Las terapias naturales están como en un limbo extraño y el Ministerio despertaría si todos los homeópatas de este país dejásemos de atender a la gente, porque se encontraría con una masa de población que acudiría en tromba a una muy tocada Seguridad Social y que muestra muy poco respeto por nuestro trabajo que tanto dinero y recursos le ahorra.
Perdone que insista, ¿la homeopatía cura o es más placebo que terapia curativa?
Entramos en el conflicto del concepto de la ciencia. Atendí a un científico que me dijo que no creía en la homeopatía porque pensaba que era agua y azúcar. Le dije que le mandaría todos los trabajos científicos que se han hecho, pero me contestó que tampoco se lo creería. En realidad, no es un problema de ciencia, sino de fe.
En su libro, más que de enfermedad, de lo que habla es de conocerse a uno mismo y de alcanzar el bienestar.
Bach decía que uno de los puntos de partida de la enfermedad era el desequilibrio de la personalidad. Fijémonos en la cantidad de enfermedades mentales que se dan, aquí y en todo el mundo. Poder incidir sobre el fondo de la personalidad humana es un buen recurso para recuperar el equilibrio y el bienestar, porque esa es la base. Observando la grave problemática que hoy supone el estrés, la crisis de angustia, etc. veo un problema muchas veces de tipo conductual, por lo que conocerse a uno mismo en profundidad es una buena manera de recuperar el bienestar.
Desde el punto de vista de un homeópata, floralista y astrólogo. ¿A quién dirigiría su libro?
Escribo para aquellas personas que quieren entrar en la esfera de la astrología y aprender. Me entristece cuando entro en una librería y veo mi libro ubicado en el apartado de ciencias ocultas. ¡Desde cuándo el conocimiento de la personalidad humana es una ciencia oculta!