El tabaco causa más del 80% de casos de cáncer de pulmón y laringe y entre el 30% y el 50% de casos de cáncer de vejiga, orofaringe, esófago o boca. Este factor de riesgo está asociado a 16 tipos de cáncer. Algo particularmente importante si se tiene en cuenta que el tabaco es completamente evitable.

Sin embargo, durante los últimos años han surgido alternativas que se publicitan como más saludables al tabaco.

Vapeadores y cigarrillos electrónicos

Los cigarrillos electrónicos son dispositivos alimentados por baterías que las personas usan para calentar líquidos para obtener un aerosol que se puede inhalar. También se les llama cigarros electrónicos, vapeadores o vaporizadores.

Estos dispositivos entraron en España en 2016. Uno de los motivos por los han aumentado en popularidad es que se presentan como la alternativa saludable al tabaco y que pueden incluso ayudar a dejar de fumar. Las investigaciones demuestran lo contrario: Pueden ser una puerta de entrada al tabaquismo y, aunque aún no hay estudios sobre sus efectos a largo plazo, en el corto plazo se han descrito numerosas intoxicaciones y efectos adversos, algunos de ellos severos, provenientes de su consumo.

A menudo se afirma que generan vapor de agua y que éste es inocuo, pero en realidad generan un aerosol con pequeñas partículas sólidas –a menudo cancerígenas- que al quedarse suspendidas pueden ser inhaladas y quedarse atascadas en nuestros pulmones.

Tabaco por calentamiento (PTC)

Según la OMS, son productos de tabaco procesado que son calentados en lugar de sufrir combustión. Al calentarlo producen aerosoles que contienen nicotina y otras sustancias químicas, que son inhaladas a través de la boquilla. Los estudios existentes destacan la toxicidad del producto y de las emisiones que genera al ser consumido. En cuanto a su composición, los PTC son similares a un cigarrillo convencional, contienen nicotina y otras sustancias que pueden tener implicaciones para la salud al ser sometidas a altas temperaturas.

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Pipas de agua

Las pipas de agua, también conocidas como shishas o cachimbas, son dispositivos que se usan para fumar un tipo especial de tabaco con diferentes sabores. Se coloca el tabaco sobre carbón u otro combustible para que se queme y el humo que se genera se aspira a través de un manguito de goma con boquilla que atraviesa el agua. Como una sesión de cachimba puede durar hasta 80 minutos, un fumador puede dar de 50 a 200 caladas, en comparación con los cigarrillos, que se fuman en 5-7 minutos y pueden acabarse en 40-75 caladas. La cantidad de humo inhalada equivale al humo de 200 cigarrillos. Según un reciente estudio, uno de cada cinco jóvenes de nuestro país fuma con alta frecuencia cachimbas o shishas.