Si todos pensamos en dolor nos viene a la cabeza que la mujer siempre tiene un umbral del dolor mayor que los hombres, que por regla general suelen ser más quejicas. Pero hay diferencias en cuanto a dolor si nos basamos en el sexo.
En una entrevista con Infosalus, la doctora Concha Pérez, jefa de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de la Princesa (Madrid) y vicepresidenta de la Sociedad Española del Dolor (SED) nos cuenta que entre las diferencias que podemos encontrar entre el dolor en las mujeres y el dolor en los hombres se encontraría la frecuencia de la aparición del dolor: "A partir de la pubertad es mucho más frecuente en mujeres que en hombres. Esto ya marca una diferencia a lo largo de la evolución biográfica por género, que no podemos olvidar".
Es más, la especialista señala que, "evidentemente" existen otras particularidades en los modos en que mujeres y hombres viven el dolor de maneras diferentes, y que van ligados a culturas diferentes, a creencias y a vivencias diferentes y que, por lo tanto, no se pueden generalizar.
Aquí resalta que no es cierto que la mujer tenga un umbral del dolor mayor que el del hombre. "Es muy habitual decir esa frase de 'si los hombres pariesen la raza humana se habría extinguido', pero no hay ningún fundamente científico en esa afirmación. En principio, las mujeres tienen más dolor, con menor tolerancia y umbral", advierte.
Es más, la doctora Pérez señala que hay estudios que hablan de que la respuesta como modelos de estrés al dolor es mayor en mujeres que en hombres. Sin embargo, según avisa la especialista del Hospital La Princesa de Madrid, la percepción del dolor es "absolutamente individual", y no depende del género.
Eso sí, mantiene que sí influyen ante un mismo estímulo de dolor vivencias diferentes, umbrales diferentes y reacciones diferentes. "El motivo es que en la experiencia del dolor una parte muy importante son las vivencias previas, las creencias, el ambiente sociocultural y el momento en el que te sucede", incide la experta en dolor.
En cuanto a por qué es diferente el dolor en la mujer que en el hombre, la vicepresidenta de la SED subraya que se desconocen todas las diferencias, pero si se excluyen factores que no son fijos (por ejemplo en qué cultura vives, o tus creencias religiosas, entre otros aspectos), y dice que sí que hay claro un factor hormonal que, entre otras cosas, va ligado a los estrógenos, lo cual explica por qué a partir de la pubertad empiecen las diferencias.
También dice que están las diferencias inmunológicas entre ambos sexos, que de manera indirecta se relacionan con los cambios hormonales y con la respuesta a diferentes fármacos. "Esto es extremadamente importante de cara al avance de los nuevos tratamientos donde desde la ciencia básica (la experimental) a la clínica es fundamental investigar no sólo en varones o mujeres, sino en ambos", resalta la experta.
¿Responden de forma distinta ante el dolor las mujeres de los hombres? La doctora Pérez indica que no existe una diferencia clara en la respuesta por género, pero sí existe una diferencia importante por genética (lo que te aportan tus padres genéticamente puede hacer que desarrolles cuadros de dolor o que se expresen más) y de vivencias.
"En este sentido no hablamos de vivencias dolorosas sólo desde la pubertad, que es cuando comienza la principal diferencia, hablamos de vivencias desde las 18-20 semanas intraútero. Se sabe que los fetos que han tenido experiencias dolorosas durante este periodo son futuros adultos con mucha más prevalencia de dolor crónico", agrega.
PATOLOGÍAS QUE PROVOCAN DOLOR POR SEXO
En última instancia, la vicepresidenta de la Sociedad Española de Dolor enumera cuáles son las patologías que provocan de forma más frecuente dolor en la mujer, y en el hombre respectivamente: "En general en todos los dolores la mujer tiene mayor prevalencia. Si nos tenemos que decantar por patologías mucho mas prevalentes en las féminas diríamos las cefaleas y la fibromialgia y, en los hombres, la cefalea en racimos".
A su juicio, es importante tener en cuenta que el desarrollo de muchos cuadros de dolor va a venir según sea nuestra perspectiva biológica. Por ejemplo, indica que antes el dolor secundario al cáncer de pulmón era típico de varones, y actualmente ha cambiado con el aumento de las mujeres fumadoras.
"Lo mismo podemos decir del dolor lumbar en el que dependiendo de tus hábitos de deporte, salud y de higiene de espalda tendrás mayor o menor prevalencia, independientemente del género. Antes era más frecuente en varones asociado a determinados trabajos, pero esto va a depender de cada situación personal", resalta la doctora Concha Pérez.
En última instancia, la jefa de la unidad del Dolor del Hospital Universitario de la Princesa pide no estigmatizar ni a mujeres ni a hombres que padecen dolor ya que, "por desgracia", en ambos sentidos es muy frecuente.
Por otro lado, cree que sería importante hacer prevención en ambos géneros de dolor, aprender desde la escuela una forma de prevenirlo y modularlo. "Realmente esto cambiaría el paradigma mundial, porque cuando se habla de dolor parece que es solo un síntoma o se emiten expresiones como 'qué tontería', 'es un/a quejica', pero el dolor es la primera causa de discapacidad en el mundo, y lo es para hombres y mujeres", sentencia la vicepresidenta de la SED, la doctora Concha Pérez.