La villa asturiana que no debes dejar de visitar para conocer los palacios indianos más bonitos
La emigración a América de sus vecinos y el regreso exitoso de algunos de ellos ha dejado una profunda huella en su patrimonio arquitectónico, declarado Bien de Interés Público
A finales del siglo XIX y principios del XX, la emigración española hacia América fue muy importante y dejó una importante huella en el norte peninsular. Miles de hombres y mujeres dejaron atrás sus pueblos en busca de un futuro. Hubo de todo, desde quienes salieron adelante en su nuevo hogar y los que fracasaron en el intento. Unos se quedaron allí y otros volvieron a su tierra. Algunos de esos últimos hicieron auténticas fortunas y a su regreso dejaron huella también aquí.
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Muchos mantuvieron sus negocios a su regreso y se convirtieron en benefactores de diversas causas en sus comarcas de origen. Pero también levantaron casas y palacios para ellos mismos y sus familias, que se convirtieron en un anuncio, en una declaración pública del éxito conseguido en su estancia en América, en las Indias. Aparecían así en la cornisa cantábrica las casas de los indianos.
Casas indianas, patrimonio cultural
Asturias y Cantabria son las dos provincias donde más y mejor se han conservado estos palacios que los repatriados levantaron con el dinero conseguido. Recorrer la zona es conocer una época muy concreta de nuestra historia que recuerda a los que emigraron en general y a los que consiguieron regresar tras alcanzar el éxito y dedicaron parte de su dinero a obras filantrópicas con las que contribuir al desarrollo de sus pueblos.
Por este motivo no es de extrañar que una localidad asturiana próxima a la muga con Cantabria sea la que más edificaciones de este tipo cuenta en su patrimonio. Se trata de Colombres, capital del concejo de Ribadeva. Allí, en la cuenca del río Deva, casi en su desembocadura y muy próximo a los Picos de Europa, está considerada la primera localidad del Camino del Norte a Santiago. Su carácter fronterizo se manifestó a lo largo de la historia con su dependencia simultánea tanto del reino de León para asuntos eclesiásticos como del de Castilla para los civiles. Así ha quedado reflejado en su escudo, que hace referencia tanto al de Santander como al del Principado de Asturias.
En las últimas décadas del siglo XIX empezaron a regresar algunos de los emigrados que se habían enriquecido en América, que incorporaron a las nuevas casas que iban construyendo un estilo muy particular que traía recuerdos de su estancia americana. Muchas veces plantaban unas palmeras en el jardín. Se da la circunstancia de que estas casas eran de veraneo para los indianos ricos que se habían asentado en las grandes ciudades para seguir con sus negocios. En esta época, desde el reinado de Isabel II, las playas del norte se convirtieron en zona vacacional y la llegada del tren facilitó los viajes.
Qué ver en Colombres
Queda claro que lo más llamativo de Colombres resulta la huella indiana. Gracias a su iniciativa y a su dinero, se transformó Colombres en una villa moderna, llamativa, colorista y exótica. Porque además de levantar sus llamativas casas, también contribuyeron en trabajos e infraestructura pública como fuentes, colegios o, en el caso de esta villa asturiana, el edificio del Ayuntamiento, con la plaza que preside, llamada Manuel Ibáñez y Posada, y que comparte con la iglesia parroquial de Santa María.
El interior de Cantabria tiene cinco pueblos que no debes dejar de visitar
Una ruta permite pasear por el casco urbano visitando las diferentes edificaciones de indianas. Entre ellas resultan reseñables la Casa de Piedra, la Casa Roja, la Casona de Íñigo Noriega Mendoza, la Casa de los Leones y las Casas Gemelas de Florencio Noriega, pero la más importante de ellas es la conocida como Quinta de Guadalupe, que además de disfrutar de su espectacularidad también se puede visitar. Es la sede de la Fundación Archivo de Indianos y del Museo de la Emigración. Esto permite conocer el lujoso interior de una de estas villas.
Pero no todo son edificios indianos
Una de las construcciones más notables que ver cerca de Colombres es la Torre de Noriega, en el barrio de Mediavilla. Es medieval y queda localizada en el barrio de Mediavilla de la pequeña localidad de Noriega, al sur de Colombres. Sus 11,65 metros de altura y la solidez de su estructura hablan de su origen medieval aunque se fue ampliando con una casona y una capilla.
Hacia el norte y el mar se llega a Pimiango y al cabo de San Emeterio, cuyo extenso y espeso encinar esconde un faro. Además, la ermita que da nombre al entorno sigue recibiendo a los fieles que buscan auxilio por sus males en los pies y, por extensión, a los zapateros, de quienes es patrón.
Para remontarse aún más en la historia, la cueva de El Pindal es el mejor destino ya que los hallazgos arqueológicos, en especial sus pinturas rupestres, narran la historia de los habitantes más antiguos de la cornisa cantábrica. Y desde su entrada se disfruta de magníficas vistas del mar.
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