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Los parques naturales más bonitos de Euskadi para visitar en otoño

La geografía vasca alberga auténticos tesoros que merece la pena conocer en esta época del año

Los parques naturales más bonitos de Euskadi para visitar en otoñoAintzine Larreina

En la estación de otoño, Euskadi se convierte en un espectáculo natural de colores ocres, rojizos y dorados. Los bosques se llenan de hojas caídas y el entorno recrean una imagen perfecta para explorar, entre otras maravillas, sus parques naturales. Y, a lo largo y ancho de la geografía vasca, tenemos auténticas joyas que vale la pena visitar. 

Y es que esta época del año es una ocasión ideal para sumergirse entre senderos, bosques y ríos de estas áreas, así como para recargar energías respirando aire puro y naturaleza. 

Cinco parques naturales para disfrutar 

Para entender la belleza que posee nuestra tierra, a continuación repasamos los que posiblemente sean losparques naturalesmás bellos de todo Euskadi

Parque Natural de Valderejo

En Álava se encuentra uno de los parques naturales menos conocidos pero más encantadores de Euskadi: el Parque Natural de Valderejo. Este parque es ideal para quienes buscan una experiencia más tranquila y alejada de las rutas más frecuentadas.

La mezcla de árboles caducifolios, como hayas y robles, pinta el paisaje con tonos cálidos que contrastan con el verde perenne de los pinos. Por si fuera poco, el desfiladero del río Purón atraviesa el parque, creando pequeñas cascadas y rincones de gran belleza.

Entre las rutas más destacadas está la que lleva a este mismo recorrido, de unos 12 kilómetros que atraviesa bosques y zonas rocosas, perfectas para disfrutar de la calma y el paisaje otoñal.

En imágenes: Valderejo, un parque natural lleno de rutas

Parque Natural de Gorbeia

Uno de los parques naturales vascos más representativos es el Parque Natural de Gorbeia, entre Álava y Bizkaia. Con sus 20.000 hectáreas, es uno de los más visitados.

El monte Gorbeia, con 1.482 metros de altura, es la estrella del parque. Sin embargo, más allá de sus cumbres, en otoño son los bosques de hayas y robles los que se llevan todo el protagonismo. Los colores del otoño inundan sus senderos y caminos, y es fácil encontrar paisajes que parecen sacados de una postal.

Las rutas de senderismo como la que sube al refugio de Pagomakurre o los paseos por hayedos como el de Otzarreta son perfectos para disfrutar de la tranquilidad otoñal. Este  punto es un espectáculo rodeado de hojas rojizas, creando una atmósfera mágica. 

Parque Natural de Urkiola

Entre las provincias de Álava y Bizkaia se extiende el Parque Natural de Urkiola. Este espacio es famoso por sus formaciones rocosas y su paisaje de montañas y bosques, que adquiere un tono especial en los meses otoñales.

El Anboto, la montaña más icónica del parque, está envuelta en numerosas leyendas vascas. La diosa Mari, figura mitológica euskaldun, habita en sus cuevas, lo cual le da un toque místico a la visita.

El Santuario de Urkiola, situado en pleno parque, es otro de los puntos de interés. Muchos visitantes aprovechan su cercanía para recorrer sus senderos y disfrutar de la paz que ofrece este rincón natural, entre tonos castaños y pardos. 

Majestuosas vistas en el Parque Natural de Urkiola.

Parque Natural de Aizkorri-Aratz

El Parque Natural de Aizkorri-Aratz es otra visita obligada. A medio caballo entre Gipuzkoa y Álava, este parque es hogar de algunas de las cumbres más altas de Euskadi, como el monte Aizkorri, muy famoso entre los montañeros.

El contraste entre las montañas rocosas y los extensos bosques que las rodean es muy llamativo en otoño. Los senderos del parque conducen a través de bosques de hayas que, en esta estación, se tiñen de colores cálidos y dorados. 

Además, el parque es conocido por el túnel de San Adrián, una cueva natural que atraviesa una montaña y que ha sido utilizada como paso por peregrinos del Camino de Santiago durante siglos.

Parque Natural de Aralar

El Parque Natural de Aralar, entre Navarra y Gipuzkoa, es otro de los destinos más recomendables a los que ir. Este parque es famoso por su biodiversidad y sus paisajes ondulantes que, en otoño, se visten de oro y cobre.

Uno de los mayores atractivos de Aralar es su red de rutas de senderismo que recorren valles, montañas y bosques. Y, sobre todo, las rutas de los bosques de hayas, cuando las hojas caídas cubren el suelo y el aire fresco invita a caminar entre paisajes de ensueño.

En lo alto de la sierra, el Santuario de San Miguel de Aralar es uno de los puntos de interés más importantes de la zona. Desde este lugar, las vistas panorámicas sobre los valles y montañas son sencillamente espectaculares.

Santuario de San Miguel de Aralar sobre el Beriain.