Bargagain y el hayedo encantado de Urbasa

DATOS PRINCIPALES  

• Kilómetros: 7,53 km
• Desnivel positivo: 280+ 
• Duración: corriendo 1:30h / Caminar - correr: 2:10h / Senderismo 3:00h

DESCRIPCIÓN  

Según nos aproximamos por carretera a la población navarra de Alsasua, da igual que lo hagamos por derecha, derecha o de frente la visión de Urbasa impone. Un farallón rocoso con mas o menos hierba, mas o menos arboles se erige a nuestro lado. En este caso no salimos desde abajo, desde Alsasua, que bien podríamos haberlo hecho sino que recorremos la sinuosa carretera que nos sube hasta la parte alta. Allí tras pasar una rejas en el suelo podemos dejar el coche, bien en el pequeño aparcamiento al lado del centro de interpretación, bien en el parking siguiente situado a la izquierda.

Cairn que indica la cima Gonzalo Pérez Zunzunegui

Arrancamos la excursión por Urbasa de manera sencilla siguiendo las marcas verdes que nos llevan por un sendero pegado a la carretera. De pronto llegamos a un camino adaptado, la senda de Morterutxo, por el cual continuamos con comodidad. Tras pasar una casa y un árbol de gran tamaño un difuso sendero sale a nuestra izquierda y seguimos por el. Si no lo encontramos no pasa nada ya que si seguimos por el camino adaptado, al finalizar el mismo, la senda sigue y mas adelante se une a la nuestra.

Estamos en un pequeño collado con un inmenso árbol en el centro del mismo, se respira una gran calma tan solo rota por algún senderista, por el sonido de las aves o por algún cencerro de las numerosas vacas que pastan a sus anchas. Es la calma que precede a la tempestad. Delante nuestro empieza la dura y exigente subida hasta el cresterío. Se trata de un kilómetro de subida donde salvaremos un desnivel de casi 250 metros. Cabe destacar que es el único momento duro de toda la ruta. Según vamos ganando altura a través del espectacular hayedo ya vamos viendo a nuestra derecha todo de lo que vamos a disfrutar posteriormente, del hayedo encantado.

A punto de llegar a la cruz Gonzalo Pérez Zunzunegui

Pero primero terminamos la costosa subida hasta la cresta. Al finalizar la misma dos opciones se ponen delante nuestro, a la izquierda el sendero continua y baja a Alsasua. Lógicamente no tomamos esa dirección y seguimos a nuestra derecha donde en unos 5 minutos de camino nos topamos con la cruz y la cima de Bargagain.

Con sus 1153 metros de altura esta atalaya rocosa nos permite en un día claro contemplar el valle de la Sakana en su plenitud. Ademas de eso podemos distinguir un montón de montes característicos como son Aratz, Aitzgorri y la sierra de Urbasa con Txindoki en un extremo. La cruz que domina la cumbre esta situada desde 1960 y esta hecha en la fundición F.A.S.A. Para completar la cima en 1998 los montañeros le añadieron la placa con el nombre. Decir que cada 12 de julio se conmemora la subida a la cima.

Cruz de Bargagain Gonzalo Pérez Zunzunegui

Tras disfrutar de las vistas y en caso de buen tiempo aprovechar para almorzar algo continuamos por la senda que sale pegando a la cruz. Vamos a ir todo el rato pegados al cortado y en caso de duda, siempre iremos a nuestra izquierda. En unos pocos metros nos metemos literalmente dentro del bosque por la parte norte de la cresta. Es el tramo donde mas cuidado debemos tener ya que a la estrechez del sendero que faldea el cresterío se le une la humedad, siempre presente incluso el verano y la inclinación del terreno a ambos lados del sendero. Parece que hemos cambiado de monte nuevamente, ya que pasamos de pista amplia para subir, terreno abierto en la parte superior a este tramo sombrío y estrecho de gran belleza.

Desde la cresta el mar de nubes Gonzalo Pérez Zunzunegui

Salimos del estrecho sendero y casi en el mismo claro, de nuevo en la cresta, aparece el camino de bajada. Por si alguien quiere alargar la travesía, el sendero estrecho bajo la cresta continua algún kilómetro mas y nos llevara tras salir nuevamente a la parte superior a la ermita de Santa Marina donde también tenemos unas vistas inmejorables del valle de la Sakana. Desde allí podemos tomar a la derecha otra pista para volver sin mayor dificultad al recorrido aquí descrito.

Senda de los montañeros Gonzalo Pérez Zunzunegui

Vamos bajando de la cresta primero por sendero angosto que poco a poco va ganando amplitud. Esta bajada es mas tendida que la primera subida que hemos realizado casi al principio, por lo que puede ser otro recorrido alternativo al descrito, quizás mas cómodo. Estamos llegando según bajamos al segundo plato fuerte de la excursión. Que no es otro que el hayedo encantado de Urbasa. Una vez que la pista se pone mas plana sin apenas desnivel, a nuestra derecha aparece. Tenemos que introducirnos dentro de el por alguno de los pasos habilitados para ello. Ya solo queda disfrutar de la frondosidad del bosque de hayas y por supuesto es hora de dejar volar la imaginación. Una vez dentro en las rocas de formas características podremos ver submarinos, osos, buitres gigantes, tortugas, etc., un sinfín de siluetas donde dar rienda suelta a nuestros sentidos.

El hayedo encantado Gonzalo Pérez Zunzunegui

Tan solo nos queda retornar al origen primero por este camino llamado sendero de los montañeros que enlaza con el camino adaptado de Morterutxo y de ahí al centro de interpretación donde casi damos por terminada la ruta. A tan solo 500 metros del punto de información se encuentra el mirador de Olazagutia a donde podemos asomarnos y ver desde el limite norte del Parque natural de Urbasa-Andia unas espectaculares vistas de la carretera por donde hemos subido. Con este pequeño añadido ahora si finalizamos esta primera y no ultima incursión en este Parque natural.