En la costa guipuzcoana aparece imponente y desafiante la cima del Jaizkibel, lugar de guerras y de alguna que otra leyenda de los pueblos que colinda. Mar y montaña juntos en un recorrido simplemente espectacular. 

 DATOS PRINCIPALES  

·   Kilómetros: 14,10  

·   Desnivel positivo: 541+  

·    Duración: corriendo 1:55h / Caminar - correr: 2:20h / Senderismo 3:00(+40 min niños)  

LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA  

· Desde Donostia salimos por la parte Sur de la ciudad para coger GI-20 dirección Irún. Tomamos la salida 2 hacia GI-636 donde por la salida GI-2638 accedemos a Lezo. 

· Desde Bilbao, cogemos la A-8 y AP-8 dirección Donostia hasta tomar después la GI-20 y seguir las indicaciones de antes 

· Desde Vitoria, salimos por Portal de Gamarra hacia la N-240 dirección Durango. Tomamos la AP-1 en la salida 10 dirección Donostia. En la salida 1 cogemos la AP-8 dirección Donostia y seguimos lo anteriormente indicado. 

·  Desde Pamplona, cogemos la AP-15 y en Irurzun nos incorporamos a la A-15 sentido Donostia. Abandonamos la misma para tomar A-1 y en la salida 447b cogemos la A-15 nuevamente. Luego por medio de la GI-40 accedemos a la GI-20 y seguimos los pasos anteriores. 

DESCRIPCIÓN   

 Una de las cosas más espectaculares de las cuales podemos disfrutar es aunar dos maravillas como son nuestra montaña y nuestra costa. Eso podemos asegurarlo con la ruta que hoy proponemos. Se trata de la subida al monte Jaizkibel donde además de mar y monte también tendremos algo de historia que le añade todavía más interés y atractivo a este fantástico plan para toda la familia. 

CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA  

Hidratación. Sera importante llevar agua para afrontar una travesía sin mucha sombra y con dos duras subidas. Eso si alguna fuente tenemos por el camino. 

Calzado. En cuanto al calzado, importante llevar uno cómodo, pero con algo de agarre. Reseñar que con agua es probable la presencia de barro 

Dificultad. Ruta moderada por la distancia y por las dos subidas. Superado esto es muy fácil y muy vistoso para los más pequeños 

Para ascender hoy al considerado como último espinazo del Pirineo, no lo haremos ni desde Pasaia ni desde Hondarribia, lugares habituales de partida en esta subida, sino que lo haremos desde Lezo, pequeña localidad guipuzcoana a escasos diez kilómetros de la bella Easo, Donostia. Usaremos para ello el precioso recorrido que toman como referencia en la carrera, que anualmente, se celebra en esta localidad. 

Sendero de subida Gonzalo Pérez Zunzunegui

Para ello partimos de la iglesia del Santo Kristo, donde en su interior se puede contemplar un singular Cristo Crucificado, de estilo bizantino, del siglo X y muy singular, ya que carece, de barba. A pesar de que la talla del Santo Cristo de Lezo es de un gran valor artístico lo que año tras año atrae a multitud de visitantes son las leyendas que a lo largo de la historia se han formado en torno a él. Según una de ellas se cuenta que apareció flotando en un cajón en las aguas de la bahía pasaitarra., por lo que al entenderse como una señal del cielo tanto la gente de Lezo, como los de Pasaia y Errenteria lo quisieran para sí. Discutieron por su propiedad y para cuando quisieron ser conscientes, éste había desaparecido. Posteriormente fue encontrado en el templo de Lezo. Algún vecino de Pasaia no debía estar conforme con ello por lo que lo cogió para llevarlo a su localidad. Una tremenda tormenta, nada habitual por aquellas fechas y lugares, arrecio en el instante de dicha sustracción a la vez que cajón se abría y el Cristo se dirigía hacia Lezo. Es por ello que decidió devolverlo a su lugar de origen, dando fin a la tormenta. A partir de ese momento se hizo tan famoso, que los barcos antes de salir a faenar se acercaban a la iglesia para conseguir suerte en las campañas.  

Subiendo camino de Jaizkibel Gonzalo Pérez Zunzunegui

Nos encaminamos a la parte superior de la localidad donde tomaremos un bonito, pero empinado sendero que nos conduce por un precioso bosque de robles mientras subimos. Hay que tomarse con calma ya que son solo kilómetro y medio, pero casi 300 metros de desnivel positivo. Por el camino pasaremos por un par de charcas construidas para cobijar a ranitas y pequeñas aves. Una vez terminado este interminable repecho, ya en la parte superior empezamos a crestear hasta llegar a la carretera que sube en coche hasta la cima. Tenemos un leve contacto con las vistas marinas, pero inmediatamente dejamos de lado la evidente senda que nos lleva hacia arriba para continuar por una pista que faldea la parte sur del Jaizkibel.  

bosque de robles Gonzalo Pérez Zunzunegui

Transitamos por un cómodo recorrido deleitándonos con el bosque, pasando al lado de alguna oportuna fuente donde recuperar líquidos y preparándonos para la parte dura, si, lo de antes era un aperitivo para calentar piernas, de la travesía de hoy. Justo cuando estamos debajo de las antenas características de este monte, a nuestra izquierda aparece desafiante un cortafuegos que nos lleva directos a la cima.

el duro cortafuegos Gonzalo Pérez Zunzunegui

Tan solo 700 metros lineales nos separan del pico, pero la subida es de más de 200 metros de desnivel positivo. Lentamente, guardando fuerzas lo encaramos y tras una pequeña trepada llegamos a nuestro destino que no es otro que esta espectacular atalaya llamada Jaizkibel (545m).  

 Esta imponente montaña situada entre el puerto de Pasaia y el Cabo de Higer es muy conocida en Donostialdea y comparte honor junto a la vizcaína Sollube por tener unos de los parques de antenas más grandes de Euskadi. Además, a lo largo de la cresta quedan ruinas de tres fuertes de última guerra carlista. La cima del monte acoge el fuerte de San Enrique (1876). Junto a la carretera, subiendo desde Hondarribia se encuentra el Santuario/ermita de Guadalupe, patrona del municipio, donde podemos observar otro fuerte construido a finales del siglo XIX. Por último, en las estribaciones occidentales de la montaña, sobre Pasaia, se halla el fuerte de Lord John Hay. 

Vistas desde Jaizkibel al interior

Después de deleitarnos, si tenemos suerte con las espectaculares vistas vamos a descender sin perder este paisaje en nuestro horizonte. Simplemente seguimos la línea de la cresta en dirección Donostia para ir bajando con suavidad por un bonito sendero, el cual gracias a carecer de árboles permite tener la referencia de la capital de Gipuzkoa siempre delante. Pasaremos por tres de las cinco torres defensivas que eran complemento de los fuertes anteriormente citados. Fueron construidas durante la última Guerra Carlista. Tan pronto como Irún se vio amenazado por las tropas Carlistas. 

el bosque de antenas en la cima Gonzalo Pérez Zunzunegui

En la línea de cumbre de la cadena montañosa del Jaizkibel o en sus inmediaciones se levantaron cinco torreones. Desde ellos es posible contemplar, hacia el sur, todo el territorio del corredor Irún-San Sebastián y, hacia el norte, las laderas del Jaizkibel en su descenso hacia el mar. Se denominan, de oeste a este, con los numerales I a V. Tres de ellos (I a III) están situados entre el fuerte de Lord John Hay y el de San Enrique y dos (IV y V) entre éste y el de Guadalupe. Los tres últimos son los únicos que tienen nombre propio: Xangaxi, Santa Bárbara y Guadalupe.  Antes de llegar a la última torre, que realmente es la primera, así es conocida (I) contactaremos con el camino que tomamos después de la primera subida. 

Bajando con Donosti y el mar de fondo Gonzalo Pérez Zunzunegui

Pero justo antes de que comience la bajada giraremos a la derecha con la idea de visitar y pasar por esa torre. Una vez pasada, ahora sí, mediante un bucle que nos volverá a pasar por alguna de las charcas enfilaremos la prominente bajada por el bosque de robles que nos llevará de nuevo a Lezo. 

 Así pues, así finalizamos una ruta que comenzó con la leyenda del Santo Kristo de Lezo y termino observando vestigios de la última guerra carlista. Todo ello en el incomparable marco del espectacular Jaizkibel, la atalaya del Cantábrico. 

PLANES ALTERNATIVOS  

 Dos planes vamos a proponer para completar la jornada de hoy. Uno a cada lado de Jaizkibel

 ·    Visita obligada a Hondarribia. Está catalogado como uno de los pueblos más bonitos del País Vasco y en él se distingue su arquitectura con un casco antiguo muy bien conservado y declarado Conjunto Monumental. Está rodeado por una muralla medieval, la única que todavía hoy se puede contemplar en la provincia de Gipuzkoa. Así mismo conserva las dos puertas de acceso a la plaza fuerte. En el interior del casco histórico, las calles forman un plano rectangular de calles empedradas y bellos edificios con balcones de hierro forjado y, en lo alto del promontorio donde se ubica el casco histórico, se halla el denominado Castillo de Carlos V, junto a la Plaza de Armas y la Iglesia parroquial.

 ·     Podemos visitar dos pueblos pesqueros. Pasajes San Pedro y Pasajes San Juan. Estas dos localidades forman parte del municipio de Pasajes, junto con Pasajes Antxo y Trintxerpe, y están situados al este de la capital guipuzcoana, a los pies de los montes de Mendiola y Jaizkibel. Podemos comenzar paseando en San Pedro, donde se puede conocer a fondo la cultura pesquera de este enclave para posteriormente pasar en barca a San Juan que con su pintoresca calle principal sorprende a todos sus visitantes.

 En todos ellos además de en Lezo podemos disfrutar de los pintxos tan característicos de la cultura Guipuzcoana además de degustar muy buen pescado. Algunos lugares son el Uztarri o el Oriotarra en Lezo, el Arroka Berri y el Itxaspe en Hondarribia. Por su parte en la zona de Pasaia tenemos el Txuloto en San Juan y el Arando Taberna en San Pedro.

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