Es de suponer que si alguien va a transportar droga para traficar con ella debería ser cuidadoso escogiendo muy bien cómo y dónde la lleva, los lugares que debe evitar para no ponérselo fácil a los cuerpos policiales, dónde estacionar el vehículo para no ser visto… Vamos, planificar bien la logística para ser lo más discreto posible y no llamar la atención, especialmente en zonas peligrosas para sus intereses.

Aparcan en un reservado

No debieron de tener muy en cuenta todo esto tres hombres, visto lo que les sucedió este pasado domingo en plena Rambla de Barcelona, lugar superturístico, muy transitado y con bastante vigilancia policial debido a los frecuentes robos que se producen en la calle. Vamos, que no parecía el escenario más propicio para cargar la droga en un coche. Pero así lo hicieron y la cosa, para ellos, no acabó como querían.

Durante la mañana, según explica la Agència Catalana de Notícies, la Guardia Urbana se percató de que había un coche aparcado de un particular en una zona reservada para los vehículos policiales en la Rambla, con lo que no podía estar ahí estacionado, ni siquiera por un breve espacio de tiempo.

Intento de huida

Antes de proceder a sancionar y a retirar el vehículo, los agentes vieron cómo dos hombres se acercaron de forma apresurada al coche mal aparcado cargados con dos bolsas de supermercado, mientras un tercer hombre llegó pocos segundos después para abrir el maletero del vehículo, lugar en el que introdujeron esas bolsas.

A la Guardia Urbana le pareció un comportamiento un tanto sospechoso y varios agentes se acercaron a ellos y se identificaron como policías, pero entonces uno de esos hombres reaccionó entrando a toda velocidad en el coche con la intención de arrancar el motor y huir. No lo consiguió, ya que los agentes fueron capaces de interceptarlo antes de que pudiera abandonar el lugar.

17 kilos de cocaína

Con los tres hombres ya custodiados, los miembros de la Guardia Urbana procedieron a registrar el coche y confirmaron lo que habían sospechado: que en esas bolsas de supermercado no transportaban alimentos, sino grandes cantidades de droga. En concreto, un cargamento de 17 kilos de cocaína en paquetes envasados al vacío.

Lógicamente, los tres hombres, de 32, 22 y 21 años, fueron detenidos acusados de un delito contra la salud pública. Su escasísima discreción y su puntería para aparcar el coche se lo puso muy fácil a los policías en pleno centro de la capital catalana.