El PSE gobierna en coalición con el PNV y, por tanto, era descabellado pensar que su secretario general, Eneko Andueza, se negara a acudir a la ronda de contactos de Andoni Ortuzar para explorar un nuevo estatus de autogobierno. Además, en el marco de las negociaciones para repetir su Gobierno conjunto, el PSE asumió como propio el acuerdo de investidura firmado entre el PNV y el presidente español y líder del PSOE, Pedro Sánchez, que se comprometía a culminar el proceso en un año y medio desde el inicio de la legislatura vasca, y a negociar sobre el reconocimiento nacional y el blindaje de las competencias. En ese contexto, Andueza ha confirmado este martes en Radio Euskadi que acudirá a la llamada de Ortuzar cuando la ronda arranque a finales de este mes o principios de octubre. Pero, nuevamente, trató de poner puertas al campo y dejar el derecho a decidir fuera de esta discusión. Pidió al PNV que “aclare si lo que quiere es retomar el acuerdo que firmó con el PSE hace dos legislaturas, o si va a transitar por el acuerdo que se basaba principalmente en el derecho a decidir, la autodeterminación y, por tanto, en el camino hacia la independencia que firmó con EH Bildu”.

Las palabras de Andueza se pueden interpretar viendo el vaso medio lleno, o medio vacío. Por un lado, es en cierto modo una novedad que reivindique el acuerdo de hace dos legislaturas, el que se firmó con Podemos, porque no llegó a ser del todo un acuerdo. Los socialistas no lo hicieron suyo ni se registró una proposición de ley con una firma conjunta. Las propuestas redactadas por los juristas del PNV (Mikel Legarda), PSE (Alberto López Basaguren) y Elkarrekin Podemos-IU (Arantxa Elizondo) coincidían en el apartado de los derechos sociales, pero a partir de ahí sus visiones se bifurcaban con formulaciones discrepantes sobre el derecho a decidir, o sobre el mecanismo de blindaje de las competencias, que para el PNV debía ser una Comisión del Concierto Político, y para el PSE no debía ir más allá de la Comisión de Cooperación que ya existe. 

Ahora, el PSE se mostraría dispuesto a retomar el trabajo. Pero el vaso puede verse también medio vacío, porque este dato no cambia el hecho de que Andueza sigue exigiendo centrar el foco en los derechos sociales y en ese “95%” ya acordado. Sin embargo, el otro 5%, como avisó Andoni Ortuzar el lunes, puede parecer residual, pero es “cualitativamente” muy importante, porque atañe a los mecanismos de garantías para que se respete lo pactado, y al reconocimiento nacional de Euskadi. Además, aunque Andueza asegure que el debate se tiene que centrar en los derechos sociales, el acuerdo con Sánchez, que asume el PSE, comprometía a las partes a negociar el reconocimiento nacional y el blindaje de competencias. 

No ir "al fracaso"

Andueza fijó su posición: “Evidentemente, nunca hemos rehuido ni nos hemos escaqueado de ningún debate y, desde luego, esta vez tampoco lo vamos a hacer. Siempre y cuando se abra una ronda que esté justificada, nosotros participaremos. También tengo que decir que, si ese debate algunos lo quieren abrir para transitar por caminos que no están entre las prioridades de la sociedad vasca, el PSE no va a perder el tiempo. Lo que sí reclamo es claridad, porque ayer al señor Otegi lo escuché hablar muy claro al respecto de lo que pretende sacar de esa ronda de contactos. El PSE siempre ha dejado claro que su prioridad es blindar los derechos que ya hemos conquistado”. 

A su juicio, las “obsesiones independentistas” ya llevaron al fracaso en la época de Lizarra y de Ibarretxe. El voto del PSOE es necesario para que el proyecto vea la luz en el Congreso. A partir de ahí, Andueza se agarró a las encuestas y la menor pulsión independentista en los sondeos. Cuando se le preguntó si da mayor validez a los sondeos que a la mayoría PNV-Bildu en el Parlamento Vasco, replicó que esa mayoría no es plural y que la pluralidad la refleja el Gobierno de coalición.