El próximo lunes, día 27 de noviembre, el Euskadi Buru Batzar del PNV abordará la configuración de las candidaturas con las que concurrirá a las próximas elecciones vascas y que, tras tres legislaturas, no encabezará el actual lehendakari Iñigo Urkullu. Así se lo ratificó, según información a la que ha tenido acceso Grupo Noticias, el EBB al propio Urkullu en una reunión mantenida esta semana. 

La decisión despeja la incógnita sobre la continuidad del lehendakari, pero abre una segunda. ¿Quién será, entonces, el candidato o candidata del PNV para las elecciones?. Según explicó ayer el propio PNV, “el Euzkadi Buru Batzar no ha dado inicio aún al proceso para la configuración de las candidaturas con que EAJ-PNV concurrirá a las próximas elecciones vascas”. 

Así, está previsto que la Ejecutiva nacional jeltzale aborde este asunto en la reunión que celebrará el próximo lunes, 27 de noviembre. “Hasta entonces, el EBB no entrará a valorar informaciones periodísticas. Fiel a su costumbre, el EBB informará oportuna y puntualmente del inicio del citado proceso”, señaló en un comunicado. De acuerdo con las fuentes consultadas, Urkullu ha sido informado de la decisión del EBB, si bien ahora mismo no hay sobre la mesa ningún nombre que pudiera encabezar la candidatura jeltzale. Sí se conoce que ha habido consultas en diversos ámbitos, pero la exploración aún no ha terminado. 

Así, cualquier nombre que pudiera ofrecerse no deja de ser, ahora mismo, fruto de la especulación. De esta manera, todas las alternativas permanecen abiertas, a la espera del proceso que se iniciará el próximo lunes.

El proceso

Según tiene establecido ese proceso de elección de candidaturas del PNV, primero se celebrará una primera vuelta en las Organizaciones Municipales. En ella, cada una y cada uno de los afiliados jeltzales podrá validar la candidatura que pueda presentar el EBB o bien proponer a otro candidato o candidata a lehendakari. Mediante este sistema podría darse la circunstancia de que, incluso, el nombre de Iñigo Urkullu pudiera estar de nuevo encima de la mesa, si bien lo habitual es que las bases ratifiquen la propuesta de candidatura que lanza el Euzkadi Buru Batzar.

La segunda vuelta se desarrollará semanas después con la celebración de las Asambleas Territoriales. La proclamación final de las y los candidatos se producirá en el transcurso de una Asamblea Nacional y ese día será ya oficial la identidad de las 75 personas (25 por cada Territorio Histórico) que integrarán las listas con las que EAJ-PNV concurrirá a las elecciones vascas, cuya fecha deberá fijar, todavía, el propio lehendakari Iñigo Urkullu. Esta es ahora mismo la segunda de las incógnitas a despejar.

Fecha de las elecciones

Fiel a su estilo, Iñigo Urkullu no se ha pronunciado sobre su hipotético relevo y mantiene su agenda, al margen de las decisiones que pueda tomar su partido. No se puede pasar por alto, en todo caso, que la decisión sobre la fecha de la convocatoria electoral está, por razones puramente procedimentales, en sus manos.

Y, aquí, de nuevo, se vuelve a estar en el terreno de las especulaciones, dado que el lehendakari siempre ha contestado con un “de momento no toca” cuando se le ha preguntado al respecto. En todo caso, si bien cabría la posibilidad de que los comicios se celebraran en junio, coincidiendo con las elecciones europeas, no es ningún secreto que al PNV no acaba de convencerle esta eventualidad. La otra opción es que se celebraran en marzo, tratando de bandear, en la medida de lo posible, la Semana Santa, que en 2024 coincide con el último fin de semana de marzo. De ser este mes, marzo, el escogido por el lehendakari, el Parlamento vasco quedaría prácticamente disuelto desde el 31 de diciembre dado que desde la publicación en el Boletín Oficial del País Vasco hasta la convocatoria de elecciones deben pasar, al menos, 55 días y el mes de enero es inhábil en la Cámara vasca.

 

Ello afectaría al desarrollo de las actuales leyes en tramitación, nueve en total, entre las que se encuentran materias tan estratégicas como las leyes de Salud; de Empleo; o de Transición Energética y Cambio Climático. La ley de Educación y la aprobación de los presupuestos de la Comunidad Autónoma Vasca deben ejecutarse dentro de este año con lo que no se verán afectados por la convocatoria electoral.

Desgaste político

Del mismo modo, si el lehendakari escoge el 9 de junio para la celebración de las elecciones vascas, haciéndolas coincidir con los comicios europeos, el Parlamento vasco deberá disolverse en la primera semana de abril. Así, siendo enero inhábil dentro del calendario de la Cámara, quedarían libres los meses de febrero y marzo, con lo que el margen maniobra para poder sacar adelante alguna iniciativa más se antoja también difícil.

De ser esta la opción, el lehendakari Iñigo Urkullu mantendría activo a su actual Ejecutivo, pero tendría una escasa capacidad de maniobra legislativa. Asimismo, se vería sometido a un importante desgaste político al tener que hacer frente a la dura crítica de la oposición sin posibilidad de rebatir los argumentos, después, con los datos obtenidos en las urnas.