Una ofrenda floral y la plantación de un algarrobo, como símbolo de la supervivencia frente a cualquier inclemencia, han protagonizado un homenaje de varias decenas de familiares y amigos a José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, secuestrados, torturados y asesinados por los GAL en 1983, justo cuando están a punto de cumplirse los 40 años de su desaparición.

Tres hermanas de los fallecidos, María Rosario y Asun Lasa y Pilar Zabala, han participado en el acto de la Fundación Egiari Zor en una zona agreste del término de Busot (Alicante), a los pies de la fosa donde Lasa y Zabala fueron sepultados en cal viva en el primer atentado de los GAL.

La comitiva desde Tolosa con 35 personas había salido a las 4.30 horas de la madrugada en cuatro furgonetas y ha llegado poco antes de las 14 horas la Foia de Coves de Busot para recorrer durante más de 30 minutos un pequeño sendero hasta llegar al punto exacto de la fosa de unos seis metros de profundidad donde Lasa y Zabala habían sido sepultados bajo 50 kilos de cal viva en 1983.

Acompañadas por el alcalde de Tolosa (localidad de origen de Lasa y Zabala) , Andu Martinez de Rituerto, de EH-Bildu, y el miembro del Consejo Nacional de Sortu Haimar Altuna, entre otros, las tres hermanas han plantado el algarrobo y han encabezado la ofrenda de rosas blancas y rojas ante dos fotografías de las víctimas, varias ikurriñas y una gran bandera independentista catalana.

Pilar Zabala ha explicado a EFE que las dos familias esperan "un sincero acercamiento (del Estado) reconociendo lo que ocurrió aquí", incluyendo la declaración de que su hermano y Lasa son víctimas del terrorismo, y ha manifestado que se ha plantado un algarrobo para "visibilizar un futuro en paz, con una Justicia justa, en convivencia democrática y con la defensa de los Derechos Humanos".

Es la segunda vez que acude a este "dramático" lugar desde que lo hiciera en 1995, justo cuando se supo que los cuerpos hallados diez años antes eran de Lasa y Zabala. "Desde entonces, venir a Alicante no es grato" e, incluso, durante décadas no ha querido pronunciar el nombre de Busot porque "se me congelaba el estómago y el corazón", ha asegurado.

Por su parte, Asun Zabala, que ha calificado de "inhóspito" este paraje, ha manifestado que el homenaje trata de transmitir "energía en positivo", mientras que el alcalde de Tolosa (Gipuzkoa) ha defendido la "reparación integral de todas las víctimas" del terrorismo, incluidas las familias de Lasa y Zabala, "que no tienen esa condición reconocida oficialmente por parte del Estado español".

Martinez de Rituerto ha reclamado que lo ocurrido "con la crueldad más inhumana" a sus dos vecinos, Josean Lasa y Joxi Zabala, entonces de 20 y 21 años, "no caiga en el olvido", y del Consejo Nacional de Sortu, Haimar Altuna ha destacado que en los últimos doce años "la sociedad vasca ha avanzado hacia la paz y la convivencia" antes de añadir que la izquierda abertzale "ha dado pasos firmes y sinceros para intentar curar las heridas y reconocer el dolor de todas las víctimas".

El 15 de octubre se cumplirán 40 años del secuestro de Lasa y Zabala en la localidad vascofrancesa de Bayona, motivo por el que la Fundación Egiari Zor ha organizado una serie de actos que han arrancado con el homenaje en Busot.

Tres meses después del secuestro, un comunicado remitido a Radio Alicante anunciaba que ambos habían sido asesinados por los GAL, aunque entonces no se le otorgó credibilidad, y un cazador localizó dos cadáveres el 20 de enero de 1985 que permanecieron en el cementerio de Alicante hasta que en 1995 se confirmaron las identidades.

La Audiencia Nacional condenó en abril de 2000 a 71 años al exgobernador civil de Gipuzkoa Julen Elgorriaga; a 69 años al general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo y los mismos años al teniente coronel Ángel Vaquero.

También fueron sentenciados a 67 años y 8 meses de prisión los guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo Enrique Dorado y Felipe Bayo, autores materiales del crimen.